ERANDIO - Aquel monaguillo de la boda del que llegaría a ser lehendakari José Antonio Aguirre ha fallecido. Juan Mugarra murió el pasado 21 de febrero a los 92 años en Bilbao. La vida de este vizcaino fue como las de todos, de recuerdos alegres y tristes, tanto como perder a uno de sus hijos, Ander, nombre con el que como curiosidad y en su honor se bautizó al hoy jugador del Athletic Ander Herrera.

Pero saquemos el balón biográfico de Juan Mugarra Goikoetxea de puerta. Nació en el barrio Botiolas de Fruiz el 8 de marzo de 1921, donde pasó parte de su niñez y periodo escolar. Siendo aún un retaco, su familia compuesta por matrimonio y ocho hijos -Juan fue el segundo de la saga- se mudó al caserío Bentako Zubi de Zamudio en el barrio de Santimami. Más adelante viviría también en Erandio al contraer matrimonio con Águeda Aurrekoetxea, natural del baserri Bideko Oste de ese municipio.

En su adolescencia, Juan fue monaguillo en la basílica de Begoña y participó como tal en el enlace de boda del lehendakari José Antonio Aguirre con Mari Carmen Zabala el 8 de septiembre de 1933 en el templo de la Amatxu de Bilbao. "Fue uno de sus recuerdos más gratos", trasmite la familia. Mugarra evocaba en numerosas ocasiones el guiño de complicidad que le lanzó el lehendakari y nunca olvidó la propina que Aguirre le dio: un billete de 25 pesetas de la época, "lo que refleja la imagen de un hombre espléndido y generoso", solía repetir él y concluía que en Begoña se celebraban bodas de alto copete, "pero ninguna propina fue tan espléndida como la de Aguirre".

Trabajador incansable

Como era habitual en aquellos tiempos, su vida laboral comenzó de muy joven. Trabajó, entre otras firmas, para Galletas Artiach, Echevarría o Nexaquimica, para finalmente iniciar su propia aventura, acompañado de otras personas emprendedoras de la época. Constituyeron una pequeña empresa que con el paso del tiempo adquirió una mayor dimensión, dedicada a la calderería mecanizada.

También la vida le deparó fuertes golpes, como la pérdida en trágico accidente de bicicleta a la edad de 21 años de su hijo menor, Ander. El joven fallecido era íntimo amigo de Pedro Miguel Herrera, a la postre interior izquierda de categorías inferiores del Athletic y, que tras pasar por las filas del Erandio, fue profesional del Salamanca, Zaragoza y Celta. DEIA ha hablado con él: "Ander era mi mejor amigo. Desde los 5 años estuvimos siempre juntos hasta que murió. Estudiamos en Maristas. Yo tenía 18 años cuando él murió y yo prometí que cuando tuviera un hijo varón se llamaría Ander. Ocurrió once años después, cuando yo tenía 29". Aquel niño nacido el 14 de agosto de 1989 en Basurto es hoy Ander Herrera, futbolista de la disciplina del Athletic. "Mi hijo Ander sabe todo esto y para él es un orgullo llevar el nombre de mi mejor amigo de la juventud", agrega y relata una curiosidad más sobre el nacimiento de este león de San Mamés. Habla Pedro Miguel: "La misma semana que me comunicaron que debía abandonar el fútbol por un accidente en mi rodilla, nació Ander. Es decir, yo estaba en la cama de un hospital en Vigo y mi mujer, Yolanda, en Basurto. Por suerte pude llegar a presenciar el nacimiento", comenta y recuerda al ahora fallecido Juan Mugarra como "un aldeano en el buen sentido de la palabra, muy salao, con un corazón inmenso. Le recordaré siempre como un muy buen empresario. He de decir que Juan sentía adoración por su hijo Ander", concluye.

Aficionado a la pelota

Juan Mugarra Goikoetxea fue un gran aficionado a la pelota. De hecho, practicó la modalidad de mano en su juventud, y la pala más adelante. En los últimos años fue un gran seguidor de la competición de pelota a mano y no perdía ocasión para ver los partidos televisados los fines de semana. Otra de sus grandes aficiones era el Athletic. Tanto su esposa Águeda Aurrekoetxea, también fallecida, como él eran socios del club de Ibaigane. "La rutina habitual del matrimonio los domingos era de misa en Begoña por la mañana y el partido de San Mamés por la tarde", explica Jon, hijo mayor de los tres que tuvo el matrimonio.

Uno de los últimos momentos que vivió con especial emoción fue la celebración del 35 aniversario del batzoki de Erandiogoikoa el pasado año, en el que por ser el afiliado del PNV de mayor edad del centro le correspondió el honor de izar la ikurriña. "Desde que recibió la comunicación sintió una gran ilusión y el 7 de setiembre de 2013 lo vivió con un orgullo especial". Como una curiosidad más, el aitite de su esposa Águeda fue uno de los cofundadores del batzoki. El acto de homenaje concluyó con un grito de Mugarra de Gora Euskadi askatuta! que "le salió del alma", valoran sus familiares.