getxo. La iglesia de la que en la actualidad era monaguillo José Antonio Aspuru Ruiz del Castaño fue ayer el templo de la despedida cristiana a su persona. La parroquia del Santísimo Redentor de los trinitarios de Getxo acogió a partir de las 20.00 horas a familiares y amigos de quien llegara a ser secretario del Euzkadi Buru Batzar (EBB) del PNV. Según valoró ayer la familia a DEIA, "durante muchos años tuvo que enfrentarse a importantes problemas internos del PNV entre los que destaca la escisión de 1986 de la que nació Eusko Alkartasuna".

Aspuru, conocido en la familia como Andoni, falleció el pasado jueves a la edad de 85 años. Su incorporación al Bizkai Buru Ba-tzar jeltzale data de 1979. El sobrino de este hombre, Gerardo Polledo, contextualiza aquella época de cambios en el seno de la agrupación política. "Como puede recordarse, se enfrentaron en intensa pugna el sector de Antón Ormaza y el que resultó elegido, encabezado por Xabier Arzalluz", explica. A su juicio, José Antonio Aspuru ya había expresado su predilección por Arzalluz cuando era burukide en la organización municipal del PNV en Algorta, donde residió hasta su último día y "donde defendía casi en solitario la candidatura de Arzalluz en aquellos conflictivos momentos", subraya la familia.

En 1984 se produjo la expulsión de afiliados críticos con la dirección en Nafarroa, lo que significó el preludio de la escisión posterior. El papel de Aspuru fue muy destacada durante la denominada Semana de Zarautz, entre los meses de diciembre de 1983 y enero de 1984, en la cual y ante la Asamblea Nacional del partido, Carlos Garaikoetxea renunció a presentarse como candidato a lehendakari en las siguientes elecciones autonómicas. "Adujo problemas de confianza y disciplina. La Asamblea quedó inconclusa para continuar el próximo fin de semana, ya en enero. Como se recordará, finalmente se presentó a Carlos Garaikoetxea candidato del PNV", detalla Polledo.

Siempre según sus palabras, "con toda seguridad" que en la etapa vivida desde aquel momento a la escisión definitiva de la fuerza política en 1986, fue cuando se comprobó que no era posible la convivencia de los dos sectores. "Fue la peor y más dura para el partido y para él personalmente. La tenacidad, la discreción, la fidelidad y la diplomacia fueron cualidades que le caracterizaron en aquel entonces".

Dos años después, Aspuru dejó el EBB y pasó a ser secretario de Bizkai Buru Batzar una legislatura más, a pesar de que su labor era cada vez menor.

Como dato a destacar, el finado nunca cobró un sueldo por sus servicios de entrega al EBB. Su labor fue altruista, de darse al PNV. "Andoni fue un hombre de profundos valores, muy cristiano", agrega la familia. Él y su esposa Raquel López eran monaguillos de la parroquia del Santísimo Redentor de los trinitarios de Getxo. En la misa del 24 de diciembre, Aspuru era quien tocaba la campanilla durante el oficio religioso.

Polledo valora que su tío tuvo "una vida personal también muy intensa". Trabajó en un negocio de industria agraria o manufacturera, firma cuya matriz era Femia Ibérica, que él mismo había fundado. "Fue líder mundial en el sector de la maquinaria de agroalimentación". La sede central de la empresa primigenia estaba en Francia, pero la de Aspuru estuvo en Bilbao, en las cercanías del hotel Carlton.

Fue, además, delegado en Euskadi de la firma de campaneros más relevante del Estado, los hermanos Portilla, actividad que "le resultó especialmente grata. El fallecimiento del mayor de ellos en accidente automovilístico -saliendo de Torrelavega, Cantabria- fue muy sentido". Según explican, el getxotarra viajaba a diferentes localidades a probar el sonido de campanas de iglesias.

ideas claras La familia califica a Aspuru como un filósofo y teólogo "y, sin duda, creyente", concluyen deseando que Andoni "descanse en paz". El panteón familiar está ubicado en el camposanto de Santurtzi, municipio del que era natural su madre.

El presidente de la Ejecutiva del PNV de la que Aspuru fue secretario, Román Sudupe, subrayó el mismo día en el que se conoció el fallecimiento del jelkide que José Antonio fue fiel a los ideales del PNV en aquellos difíciles momentos de los años 80 del pasado siglo en los que acabaron con la escisión del partido y la gestación de EA.

En palabras de Sudupe, el fallecido fue "un hombre de partido", que siempre se mantuvo unido a aquella ejecutiva, con las "ideas claras" y "primando los intereses del PNV por encima de los personales. Fue una persona que siempre defendió al partido, tanto como secretario del EBB como en su calidad de portavoz de PNV en la ejecutiva que lideró Xabier Arzalluz".

Como Sudupe, quien fuera miembro del BBB, Mitxel Unzueta, también reconoció la labor de Aspuru como uno de aquellos hombres de una generación que "dieron todo por una ideología y no pidieron nada a cambio". A su juicio, fue una gran persona, eficaz, discreta y que nunca buscó protagonismo alguno por su entrega. "Será difícil encontrar una persona que no guarde un bonito recuerdo de él".

Unzueta estima que el de Algorta fue un hombre "bueno, personaje entrañable" que ocupó cargos internos, que son los que menos se conocen. Fue una excelente persona a disposición del partido. Será difícil encontrar personas como él".

El PNV, desde Sabin Etxea, en Bilbao, difundió un pésame en el que la fuerza política se unía "al dolor de sus familiares y amigos". Aspuru estaba afiliado a la organización municipal de Ondarreta, Las Arenas.