Bilbao. Su desaparición abre de par en par la puerta de la libertad, tanto la personal como la de su patria, Euskadi. Joseba lleva nueve meses encerrado (primero en Basauri y luego en Carabanchel), condenado a tres años por un delito de propaganda ilegal, con Xabier Arzalluz como abogado defensor. El juicio oral se celebró en Madrid tras el fusilamiento de Txiki, Otaegi y tres miembros del FRAP. En Carabanchel, Goikoetxea comparte celda, comuna y rancho con militantes de ETA militar. También mantiene relación con otros presos políticos como Marcelino Camacho o Nicolás Sartorius, así como con militantes de MCE, Grapo, PCE, PORE o polimilis, aunque su más cercano grupo en el primer piso de la tercera galería está formado por tres presos jeltzales y cinco milis.

Pocos días después del 20-N y de aquella inolvidable calada, Joseba recobraría la libertad. Fue uno de los últimos presos del PNV durante el franquismo.

Veteranos compañeros de lucha antifranquista han participado las últimas semanas en la organización del acto que este viernes recordará en Bilbao el 20 aniversario del atentado contra el sargento mayor de la Ertzaintza e histórico militante del PNV. Txomin Saratxaga, Carlos Zarraga, Emilio Mardaras y Xabier Menika han rememorado para DEIA la actividad desarrollada por Joseba Goikoetxea desde finales de los años 60 hasta su incorporación, en 1980, a la naciente unidad de Berrozi.

militante antifranquista "Ya en los años 60, Joseba Goikoetxea era un miembro más del grupo de danzas Dindirri. Aunque no bailaba, siempre nos acompañaba a Iparralde y por los pueblos. Siempre en tareas organizativas, montando y desmontando. Dindirri era una de las tapaderas antifranquistas de la época", subraya el también bilbaino Xabier Menika, quien guarda un especial recuerdo de un partido Real-Athletic en Atotxa en el que sacaron prohibidas ikurriñas. "En el campo, con Joseba estaba su primo, también militante por aquel entonces de EGI y después de ETA, Ritxi Gómez Goikoetxea, quien años después, en 1984, sería tiroteado y muerto por la Guardia Civil en la zona de la Misericordia".

El librero Txomin Saratxaga, entonces burukide del clandestino BBB, conocía a Joseba desde siempre como militante del PNV. "Era de los que trabajaban en las juntas municipales desde muy chaval. Creo -señala este abogado natural de Enkarterri- que fue en 1969 cuando empecé a tener más relación con él. Joseba trabajaba hasta entonces con el grupo que lanzaba en euskera vizcaino la revista Agur, con Josu Arenaza o Lurdes Munitxa. Cuando Agur dejó de publicarse empezó a trabajar más con nosotros, con el Partido, a través de la tapadera de Distribuidora San Miguel". En la conversación con Saratxaga surgen otros nombres de aquella época de militancia clandestina: Jose Martín Gardeazabal, Javi Imaz, Elisabete Bizkarralegorra, Xabier Goirigolzarri, Candi Zugazaga, Iñaki Zarraoa, Fede Bergaretxe, Koldo Zulaika, Andoni Altube?

"Con motivo del juicio de Burgos -añade Saratxaga-, desde el PNV el grupo de jóvenes en el que militaba Joseba hizo una labor especialmente valiosa calentando el ambiente. Al tiempo que desde el exterior Irujo o Leizaola presionaban ante el Vaticano, nuestros jóvenes recopilaban en pueblos y barrios fotografías de todos los militantes juzgados para después, con Jokin Intxausti El Pelos, distribuir un número especial de Gudari, con un monográfico dossier informativo del juicio de Burgos, que llegó hasta todos los corresponsales extranjeros. No faltaron los saltos y carreras delante de la policía. Recuerdo que con tornillos hicimos un sabotaje en los semáforos de Gregorio Balparda", apunta Saratxaga. "También antes -recuerda desde su despacho en la librería Kirikiño- tuvo su importancia una misa organizada por la red de emakumes en memoria del asesinado presidente Kennedy, tras la cual supimos de la muerte de Txabi Etxebarrieta. Aquellas mujeres, muy vinculadas a la creación de las ikastolas, eran capaces de llenar las iglesias de San Antón o San Nicolás con apenas 24 horas de antelación en el aviso. Las esquelas para las misas aniversario de Sabino Arana aparecían con otro nombre. Joseba, sin haber cumplido 20 años, estaba implicado en toda aquella actividad antifranquista hasta que marchó a navegar".

Organización y propaganda De regreso a Bilbao, Goikoetxea entra a trabajar como agente comercial de Distribuidora San Miguel. Recorre Euskadi con listados de personas con las que contactar. La venta de los primeros tomos de las obras completas de Joxe Miel de Barandiaran o de libros sobre artistas vascos es la coartada para tejer una tupida red de contactos.

"Organización, información y propaganda eran las claves del trabajo clandestino de Joseba", enfatiza Saratxaga, quien dice desconocer en qué momento empezaron a llamar la atención de la policía, hasta provocar su caída en la primavera de 1975. "Con Joseba fueron detenidos Antón Landa y Carlos Zarraga. Yo hubiera sido el cuarto, pero pude esconderme y marchar a Iparralde", confiesa el galdakaoztarra Emilio Mardaras, quien en 1975 se convirtió en el último exiliado jeltzale en encontrar refugio en Villa Izarra, sede del PNV en Beyris-Baiona.

Los días previos al Aberri Eguna, Goikoetxea y Zarraga preparaban un operativo en Gernika, con intención de lanzar desde el campanario de su iglesia pequeñas ikurriñas y octavillas ilegales. Para recoger el material llegado desde Iparralde, habían concertado una cita en el Restop de Amorebieta, cuando se vieron sorprendidos por una pareja de secretas. Aunque salieron a la carrera, Joseba fue detenido en Irubide y Carlos cerca de su casa en Zaratamo. Tras ellos caería un jubilado, Antón Landa Urtubi, originario de Nabarniz, encargado de la lonja de Uribitarte donde almacenaban la propaganda clandestina.

Tres años de condena "Probado y así se declara -se puede leer en la sentencia- que los procesados (?), previamente concertados y con unidad de acción y de propósito, aprovechando su vinculación a determinada empresa de libros y discos sobre temas vascos, con la que todos ellos tenían relación laboral, se dedicaron, durante el primer trimestre de 1975, en Bilbao, a introducir procedente de la zona vasco-francesa, principalmente, indeterminado y abundante material impreso editado por el llamado Partido Nacionalista Vasco, declarado ilegal, del que conocían su contenido y destinaban a su difusión, siendo sorprendido y detenido el primero, José Antonio Goiocechea Asla, en aquella capital el día 25 de marzo de 1975, cuando transportaba en el vehículo turismo matrícula BI-8.962-C, varios paquetes".

La sentencia enumera con minuciosidad todo el material detectado en el coche de Joseba y en la lonja registrada en Uribitarte. Holandesas, octavillas, pegatinas, carteles, sellos, libros, folletos, revistas, panfletos y discos aparecen detallados con el número de ejemplares y sus títulos, así como un amplio resumen de su contenido con frases textuales del contenido de las publicaciones del PNV. La sentencia se ha convertido con el paso del tiempo en una pormenorizada fuente que da fe de la ingente labor propagandística realizada por el PNV en aquel 1975. Xabier Arzalluz fue el abogado defensor de Joseba y de Landa, mientras Juan Daniel Barandiaran defendía a su vecino de Zaratamo, Carlos Zarraga. La joven letrada Elisabete Bizkarralegorra colaboró en la defensa. Tras tres días en la comisaría de Indautxu, Joseba y sus correligionarios fueron trasladados a la cárcel de Basauri, donde permanecieron cuatro meses. Tras la vista oral en Madrid, la sentencia del Tribunal de Orden Público fue dictada el 3 de octubre de 1975.

Los hechos probados eran constitutivos de un delito de propaganda ilegal, basado en la posesión y difusión de material impreso con contenido "a lograr o intentar destruir o relajar el sentimiento nacional, atacando a la unidad de la Nación española, promoviendo y difundiendo actividades separatistas, orientada por el ánimo difusorio tendente a la consecución de alguno de los fines subversivos, contrarios al orden público o a la unidad de la Nación o atentatorios a la dignidad del Estado, elementos todos ellos que coexisten en la conducta conjunta y concertada de los tres procesados quienes con conocimiento de su contenido y origen -Partido Nacionalista Vasco- que propugna la escisión y separación de las provincias vascongadas del conjunto patrio".

Relación con 'milis' y travestis La sentencia no desvela que al otro lado de la cadena, en Iparralde, se encontraba quien después fue uno de los mejores amigos de Joseba, Gorka Agirre, al frente de la imprenta Axular. Condenados a tres años de cárcel, Goikoetxea y sus compañeros son trasladados a Carabanchel. Los siguientes cinco meses, Joseba comparte celda con un militante de ETA originario de Lazkao y con apodo Buque.

Más relacionados con los milis que con los polimilis, los tres presos del PNV comparten cocina y despensa con cinco miembros de ETA, entre los que se encontraban Aramaio, de Ondarroa, o Patxi Arana, de Bermeo. Como ya habían hecho en Basauri, participan en el aparato de fugas, encargándose de cargar las pilas utilizadas en la construcción de un agujero, que terminaría siendo localizado por los funcionarios. Tienen también una relación muy próxima con Pakito Arriaran, después muerto con la guerrilla de El Salvador en 1984. Con Joseba simpatiza también La Antonia, una de las travestis que compartía galería con los políticos, y que termina tratando a Joseba como su segunda madre.

La mañana del 21 de noviembre de 1975, tras un reparto clandestino realizado por un funcionario comunista, todos los presos de la tercera galería se asoman desde sus celdas fumando habanos Montecristo. Unos días después, Joseba y sus compañeros, al igual que Camacho o Sartorius, recobran la libertad con el primer indulto promulgado tras la muerte de Franco.

Goikoetxea se reintegra en la organización del PNV, y en 1976 vuelve a ser detenido en la comisaría de Indautxu, con Iñaki Anasagasti y Bingen Zubiri, por la impresión y difusión de la revista Euzkadi. Participa en la organización de las juntas municipales del PNV -ya legalizado en marzo del 1977-, organiza los primeros cursillos de formación para nuevos afiliados y colabora en la organización de la Asamblea Nacional de Iruñea, la campaña electoral de junio del 77 o el primer Alderdi Eguna en Aralar. Trabaja los siguientes años como liberado responsable de Organización del PNV, hasta que es llamado por Luis Mari Retolaza en 1980 para poner en marcha, con el asesoramiento de instructores británicos, el primer grupo de Berrozi para, poco después, integrarse en la Ertzaintza.

* Iñigo Camino, exdirector de DEIA. Amigo de Joseba Goikoetxea, participa en la organización del acto en su recuerdo