Los Ángeles. Ray Manzarek, exteclista y miembro fundador de la legendaria banda californiana The Doors, murió el lunes a los 74 años en la localidad alemana de Rosenheim. Hacía tiempo que luchaba contra un cáncer de la vesícula biliar y falleció acompañado de su mujer y hermanos.
"La muerte de mi amigo y compañero de banda Ray Manzarek me ha entristecido profundamente", señaló el guitarrista Robby Krieger. "Sólo me consuela haber podido tocar junto a él canciones de The Doors en la última década. Ray fue una parte importante de mi vida y siempre lo echaré de menos", añade en un comunicado colgado en el facebook de la banda.
Muchos clubes de Sunset Bulevard, donde los autores de éxitos como Riders On The Storm o Light My Fire comenzaron su carrera, manifestaron su conmoción por la muerte del músico. Descansa en paz, Ray Manzarek o Gracias por todos los recuerdos eran los mensajes que se leían en el tejado del club Whisky a Go Go. You will always light our fire se podía ver en el club The Roxy.
Hijo de inmigrantes polacos, Manzarek se crió en Chicago. En los años 60 se trasladó a Los Angeles para estudiar en la escuela de cine UCLA, donde también estaba matriculado Jim Morrison. Ambos se conocieron en Venice Beach en 1965. Morrison leyó y cantó una canción que acababa de escribir, Moonlight Drive y Manzarek quedó fascinado con la crudeza y composición de la misma. Ray invitó a Jim a la banda que tenía junto a sus hermanos, llamada Rick & The Ravens, pero al resto de la banda no le gustaban las ideas de Jim Morrison, así que Manzarek llamó a unos compañeros de meditación, el guitarrisa Robby Krieger y el baterista John Densmore, ambos provenientes de una banda denominada The Psychedelic Rangers. Se puede decir que Manzarek junto a Morrison son los elementos fundadores del que posteriormente sería famoso cuarteto The Doors, nombre que eligieron en homenaje a un verso del poeta William Blake que también daba título al ensayo de Aldous Huxley The Doors of Perception.
Los teclados de Manzarek representan el sonido característico de The Doors, gracias a su estilo psicodélico, y en ellos residen muchos de los grandes solos instrumentales de las canciones del cuarteto californiano. Como The Doors no contaban con bajista oficial en escena, ese sonido lo realizaba Manzarek con un Fender Rhodes Piano Bass (un teclado que suena como un bajo) en las actuaciones en vivo.
En las grabaciones de estudio la banda contó con distintos bajistas contratados para la ocasión, ya que según Paul A. Rothchild, el ingeniero de sonido de la banda, el bajo ejecutado por los Fender no emitía un sonido nítido una vez registrado.
The Doors tuvo apenas seis años de vida para alumbrar éxitos como The End, Light My Fire, Break On Through (To The Other Side) o Moonlight Drive. El cuarteto fue la banda sonora de las alucinógenas fiestas hippies, la oposición a la guerra de Vietnam y las revueltas estudiantiles. L. A. Woman fue su sexto álbum de estudio, el último antes de la muerte de Jim Morrison, en el París de 1971. Tenía 27 años, y su prematura desaparición contribuyó a cimentar la leyenda de la banda.
The Doors se convirtieron en uno de los grupos de rock más polémicos de los 1960 y vendió más de 100 millones de álbumes, lo que le permitió reunir 19 discos de oro, 14 de platino y cinco discos multiplatino, solo en Estados Unidos.
Segundas partes El resto de miembros de The Doors siguió publicando discos sin él, pero no lograron igualar sus éxitos anteriores. Dos años más tarde, la banda se disolvió y Krieger, Densmore y Manzarek solo volvieron a subirse juntos a un escenario en contadas ocasiones. Una de ellas fue en 1993, cuando la banda entró a formar parte del reputado Rock and Roll Hall of Fame.
En 2002 Manzarek y Krieger volvieron a unirse bajo el nombre de Doors of the 21st Century, pero se produjo una ruptura con Densmore, que no participó en el proyecto. El batería se querelló contra sus excompañeros por violación del contrato, a fin de prohibirles usar el antiguo nombre de la banda.
En 2004, Manzarek y Krieger, junto a su nuevo cantante Ian Astbury, tocaron en Bruselas ante una nueva generación de fans de The Doors. "Sobre todo, The Doors transmite un sentimiento de esperanza, pero también una necesaria ración de fuerza y pasión por el arte", dijo en aquel entonces Manzarek. "Nuestra música habla mucho de cómo comportarse de forma razonable en un mundo caótico."
En los años 60, intentaron "detener la locura de Vietnam". Aquel "fue el motivo de que The Doors existiera", explicó. "Además de la música, hay que hacer determinadas cosas. Y hoy seguimos aportando nuestra modesta contribución."