Aclamado tenor en Los Chimberos y Los Ruiseñores del Norte
erandio. Uno de los recordados miembros del grupo de bilbainadas Los Chimberos y Los Ruiseñores del Norte, Juan María Arroitajauregi, falleció el pasado viernes, 1 de marzo. Su fama le llegó como tenor. Nacido el 6 de enero de 1917 en Erandio fue también un gudari del batallón Askatasuna. Como él solía evocar, nació en una casa donde se vivía la lírica con intensidad. Su padre, José María, era médico titular de Loiu, así como inspector de Sanidad en la zona del Txorierri, que comprendía varios municipios. Este nació en el palacio Etxezarreta que hoy es Museo de Arte e Historia de Durango. Tenía una formidable voz de tenor y cantaba en todas las iglesias del valle de Asua. Los que le conocían decían que si no hubiera sido médico se podía haber ganado la vida como cantante. Su madre se llamaba Carmen y se dedicaba a las tareas domésticas.
Juan Mari era el mayor de tres hermanos. Desde niño empezó a estudiar solfeo y piano. Su padre murió cuando él contaba 11 años. Se mudaron a vivir a Bilbao. Juan Mari estudió Comercio y delineante-proyectista, pero pronto su vocación fue el canto, por lo que entró en el coro de la parroquia de la Sagrada Familia, en Uribarri.
Al comienzo de la Guerra Civil, ingresó en el batallón Askatasuna, como zapador y delineante. Fue hecho preso en Santoña y destinado al cuerpo de automovilismo. De ahí le mandaron a Zaragoza con un batallón de trabajadores. En la capital aragonesa daba clases de canto un profesor con el que estudió Plácido Domingo (padre) y Maruja Vallojera. Allí se apuntó Juan Mari. A su regreso a Euskadi, tras estudiar en Zaragoza, entró a formar parte de la Coral de Bilbao. Ganó en 1940 el tercer primero del Concurso del cantante desconocido. Y al año siguiente hizo zarzuela.
Estudios y actuaciones El año 1942 se fue a Barcelona, junto a la que entonces era su novia, Lidia Ibarrondo, a estudiar con el famoso tenor wagneriano Juan Raventós. La pianista que le acompañaba era sobrina-nieta de Grieg. Cantaba en Radio Barcelona como Juan Arroita y en Radio España. También participó como extra en alguna película de cine.
En la ciudad condal se impuso a mil aspirantes en un concurso. Cantó también en Barakaldo y en el Coliseo Albia. Al poco tiempo estableció contacto con el grupo Los Chimberos el que consiguió un gran éxito. El conjunto cambió su nombre por el de Los Ruiseñores del Norte y giraron por Suramérica: tres años por Argentina, Chile, Bolivia y Uruguay.
Tras desaparecer la formación, él se quedó en Argentina, donde trabajó de gira con Estrellita Castro, hasta ser tenor de la compañía de Jesús Goiri. Cantó en Paraguay. Su obra favorita fue siempre Los gavilanes.
A finales de 1952 le ofrecieron ir a Río de Janeiro, pero prefirió viajar a Chile. Con el tiempo pasó a Venezuela. Cosechó éxitos allí donde cantaba. En 1963, al morir su hermano, volvió a Bilbao para acompañar a su madre. Como había decidido instalarse a vivir definitivamente en la capital vizcaina, se puso en contacto con la Asociación Bilbaina de Amigos de la Ópera (ABAO). Su primera toma de contacto con el mundo de la lírica fue una representación de La Traviata, con Conchita Balparda.
Al poco de llegar conoció a Isabel González Zabarte, soprano que en 1960 había cantado el papel protagonista en Mirentxu de Guridi. En aquel entonces, Isabel formaba parte del coro de la ABAO y este hecho le animó a entrar a cantar en el mismo.
Óperas y matrimonio En enero de 1964 fue contratado por la compañía del maestro César Mendoza Lasalle para poner en escena Rigoletto en el Teatro Gayarre de Iruñea, en el papel de Marullo. También fue Goro en Madame Butterfly. El 19 de octubre de 1964 contrajo matrimonio con Isabel González Zabarte y tuvieron dos hijas: Itziar y Lourdes.
Era tal su afición por el mundo de la lírica que entró a formar parte de la Comisión Artística de la ABAO y cantó como comprimario en las obras que representaba esta entidad. Una vez concluida la temporada bilbaina solía trasladarse a Oviedo, ya que en esta ciudad se ponía en cartel el mismo repertorio que en Bilbao. También tomó parte activa en la reorganización de la Orquesta Sinfónica de Bilbao.
Su última actuación como cantante tuvo lugar en el teatro Campoamor de Oviedo en el rol del Barón de La Traviata, con José Carreras en el papel de Alfredo, en 1987.