El hondureño JoséEnrique Coneja Cardona, quien enla década de los 60 e inicio de los 70del siglo pasado brilló con luz propiaen el fútbol español, donde jugó comodelantero del Elche y Atlético deMadrid, murió el último día de enerode un paro cardíaco.
Nació en El Bejuco, departamentode Cortés, el 26 de febrero de 1939,aunque la mayor parte de su infanciay adolescencia vivió en La Lima,donde a los 7 años ya destacabacomojugador, a pesar de los castigos de sumadre, Petrona Gutiérrez. Ella, quequería que su hijo fuera agrónomo,se oponía a que practicara el fútbol,pero no pudo quitarle esa pasión enquince años.
Como jugador profesional, Cardonase inició en el Hibueras, de LaLima, con el que a los 18 años saliócampeón antes de que el Lusitanoporgués le pusiera sobre la mesa uncontrato en blanco. Cardona cruzó elcharco el 17 de julio de 1957, junto consu compatriota Will García, undefensa central.
Al equipo luso fue recomendadopor el brasileño Otto Bumbel, quientenía algunos antecedentes de Cardona, un delantero derecho que, porescurridizo, desde niño le apodaronConeja, aunque en España le decíanEl Indio.
Un año después de su paso por elLusitano y tras una gira del equipoportugués por España, elValencia sehizo con los servicios del diminutoCardona, pero al no poder utilizarlode inmediato para la temporada 1958-59, lo cedió al Elche que entoncesmilitaba en Segunda División. “No pude estrenarme mejor, porqueen mi primera temporada anoté22 goles con el Elche y ascendimos aPrimera”, recordó Cardona en unaentrevista que concedió en julio de2008, en su residencia en San PedroSula, adonde había regresado hacíaunos doce años, tras vivir cuarentaen España, país que además le diouna esposa y cuatro hijos.
En 1964 fue traspasado al Atléticode Madrid, con el que paseó su clasepor Europa, África yAmérica, y conel que jugó hasta 1971. En 1961 senacionalizó español y esemismoañofiguró en una lista de cuarenta jugadoresde los que saldría la selecciónespañola que disputó las eliminatoriaspara el Mundial de Chile 1962.
La única frustración deportiva deCardona fue la de no haber asistidocon la selección de Honduras alMundialde México’70, del que su país fueeliminado en 1969 por El Salvador.Medio siglo después de su viaje aPortugal, Cardona decía sentirseorgulloso de ser “el único pichichi”centroamericano en la Segunda Divisióndel fútbol español. Para él, eraunhonor que esamisma temporada,el máximo goleador de Primera fueseDi Stefano.