ERANDIO. El batzoki de Erandio Goikoa echa ya en falta la presencia de uno de sus fundadores, Vicente Baeza, fallecido el pasado día 22. Gracias a hombres y mujeres como él, se abrió aquella cervecera asador -aún en funcionamiento en La Campa- con la que ir financiando el lugar de encuentro de las personas afiliadas y simpatizantes del PNV de la localidad. El objetivo fue positivo: tres afiliados dieron sus datos para comprar el solar a unas monjas. El pasado 1 de septiembre se celebraron 34 años de la inauguración de aquel batzoki.
Vicente arrimó su hombro para que todo funcionara a la perfección, al tiempo que no dejaba de lado a su familia y su puesto de trabajo en Indumetal (Industrias Reunidas Minero Metalúrgicas), firma fundada en 1928.
La mujer de Vicente, Isabel Torre, y el hijo del matrimonio, Juanvi, le recordarán siempre como un hombre "de txoko, de batzoki, de familia y de cuadrilla", un vizcaino "superjovial y siempre contento, dispuesto de hacer el bien a quien le necesitara".
Vicente Baeza Pradas nació el 2 de octubre de 1927 en Almoradiel, provincia de Ciudad Real. Con 24 años recaló en Erandio, dispuesto a aportar su mano de obra a Euskadi. Así, pronto, desempeñó su labor en Indumetal, al tiempo que vivía en la casa de la que a la larga sería su esposa, Isabel, originaria de Burgos, aunque vive en la localidad vizcaina desde los 2 años. En el hogar de esta acogían a trabajadores solteros que llegaban al municipio. Congeniaron, se hicieron novios y llegaron a contraer nupcias en 1952, en la parroquia Santa María de Erandio Goikoa, templo en el que el pasado 24 de noviembre se ofició la misa funeral por su persona. Falleció a los 85 años de edad.
Desde el primer momento en el que el manchego pisó Bizkaia se integró de forma activa en Euskadi, haciendo suyas costumbres e identidad. Él siempre se sintió vasco y con sentimiento abertzale. Se afilió al PNV de Erandio Goikoa y también fue socio abonado del Athletic. En cuanto su trabajo se lo permitía no faltaba a los encuentros del club rojiblanco en San Mamés. "En cuanto llegó se entregó a Euskadi", explica su hijo Juanvi quien detalla la forma de ser de su aita, muy conocido y querido en el pueblo: "Buena gente, popular, majo, dicharachero…".
Desde la organización municipal del PNV de Erandio Goikoa aseguran que la muerte de Vicente "es una gran pérdida" porque "era un hombre de batzoki, aunque no era un hombre de bares, pero aquí se sentía a gusto, como en su casa", valoran. El lehendakari de la junta erandiotarra, Koldo Garin, ensalza la labor desempeñada por Baeza hasta el punto de confesar que cuando llegue a su edad, "me gustaría ser como él, una persona que en ningún caso se enfadaba. Jugando, por ejemplo, a cartas si ganaba, ganaba, y si perdía, perdía… Era de conformar, tranquilo, sin perder nunca la compostura".
A juicio de Garin, si había que trabajar Vicente "estaba allí el primero y era muy amigable. Recuerdo que mi padre me solía decir que se hacía amigo de todos rápidamente, porque era muy abierto. Era de hacer trabajo en equipo".