BARAKALDO. El pasado viernes falleció el presidente del Consejo de Administración de Autometal, el vizcaino Alfredo Martínez-Conde Barrasa. Las firmas que representaba dan empleo a un total de ocho mil trabajadores.
Martínez-Conde nació en Barakaldo. Su familia decidió trasladarse a Brasil cuando él tenía solo 3 años. En el país suramericano, su padre, también baracaldés, constituyó en 1964 la empresa de ingeniería industrial Autometal. La firma arrancó en Diadema (Sao Paulo).
Alfredo era el mayor de cinco hermanos, tres varones y dos mujeres. Estudió Ingeniería y sus otros dos hermanos son economista y abogado. Los tres se licenciaron en la Universidad de Sao Paulo.
Tras más de 40 años de trabajo, Alfredo Martínez-Conde, todo un enamorado de su Euskadi natal, fusionó la empresa familiar con la bilbaina CIE Automotive. Décadas atrás, cada hermano se encargaba de una sección de la firma. De este modo, Alfredo era el responsable de industrial; Ignacio, del control financiero, y Amable, el director comercial.
Alrededor del año 1995, concluyeron que ese modelo no funcionaba y se repartieron la empresa por unidades. Alfredo fue el encargado de las unidades de negocio termoplástico que hoy conforman cuatro compañías en una en Diadema, dos en San Bernardo y una en San Salvador de Bahía.
Autometal tiene en la actualidad diecinueve compañías en funcionamiento: diez en Brasil, siete en México, una en China y una más en Estados Unidos. Desde 2011, cotiza en la Bolsa de Sao Paulo.
Alfredo Martínez-Conde Barrasa contrajo matrimonio con Cristina Vilarrodona. Dieron al mundo dos hijas y hasta hoy una nieta. Las dos primeras se llaman Marina y Mariasun y la niña, Sofía. "Alfredo era muy familiar. Aunque se pasó el ciento por ciento de su vida centrado en el trabajo, la familia lo era todo para él", comunica su gran amigo Jesús María Herrera, quien agrega que "vivía 20 horas al día para el trabajo. Era muy exigente y excelente persona. Era muy amigo de sus amigos".
La afición principal de este presidente del Consejo de Administración de Autometal era el mar. Salía a navegar cuando tenía ocasión, sobre todo, los domingos. "Gracias a su empeño y constancia en el trabajo, este proyecto ha tenido un gran éxito ", le reconocen y agradecen.
El pasado lunes, CIE Automotive y la familia Martínez-Conde dedicaron una misa memorial al ingeniero industrial vasco a este lado del océano Atlántico, a escasos kilómetros de donde nació. La eucaristía se celebró en la basílica de Begoña, en Bilbao. El de Barakaldo, hijo de Amable Martínez-Conde y de Ana María Barrasa, era un "apasionado de Euskadi, adonde venía todos los años a visitar a su familia y amigos".