París. ¿Fueron los servicios secretos o sólo un loco? ¿Se trata de un drama familiar o el final sangriento de una disputa por una herencia? Cuatro días después del asesinato de una pareja británica y otras dos personas en los Alpes franceses, los investigadores siguen sin tener pistas claras. Algunos ya se preguntan si se llegará a encontrar al asesino o a los asesinos. Se trata de un crimen con muchas pistas pero sobre el que todavía no hay nada claro.
La Policía intenta indagar entre la familia de las víctimas, de origen iraquí, mientras dos parientes se trasladaron a Francia para hacerse cargo de las dos hijas que sobrevivieron al asesinato. La más pequeña, de apenas cuatro años, se encontraba todavía conmocionada tras haber pasado ocho horas oculta entre las piernas del cuerpo sin vida de su madre. Su hermana, tres años mayor, está en coma.
La familia de Saad al Hilli llevaba una vida tranquila en el idílico y exclusivo Claygate, unos 50 kilómetros al sur de Londres, en una casa valorada en varios millones de libras. Al Hilli era "un hombre amable", según sus vecinos. Ayudaba en las tareas de la casa y su familia era lo más importante para él. Algunos vecinos recuerdan incluso como tomaba en brazos a sus hijas cada vez que llegaba a casa.
En el marco de las investigaciones, la Policía francesa envió ayer a cuatro agentes a Reino Unido, donde ayudaron a registrar minuciosamente la casa de las víctimas. Las pesquisas se ampliaron también a Suiza e Italia y la Policía busca especialmente al conductor de un vehículo verde que fue visto por el ciclista británico que alertó a la Policía de lo ocurrido. Entretanto, son varias las teorías que circulan en los medios de comunicación. La prensa sensacionalista británica publica increíbles historias un día tras otro. Algunas apuntan a que Al Hilli estuvo involucrado en la guerra de Irak mientras otras le colocan en la lista de los servicios secretos, como ingeniero de la industria armamentística o enfrentado con figuras relevantes de la época de Sadam Hussein.
Ninguno de estos argumentos ha demostrado tener fundamento en los últimos días. Así, el viernes uno de los hermanos de Al Hilli se presentó voluntariamente ante la Policía para asegurar que en la familia no había ninguna disputa por cuestiones hereditarias, después de que algunos medios especulasen que ambos estaban enfrentados por la herencia de bienes inmobiliarios en España e Irak. Tantas teorías han conseguido incluso poner en un segundo plano la brutalidad del crimen. Todos los fallecidos recibieron dos disparos en la cabeza.