TEHERÁN. "Este misil, que ha sido diseñado por especialistas iraníes, logró hoy impactar en los objetivos previstos y destruirlos", afirmó Musavi respecto al cohete, denominado "Ghader" y con un alcance de unos 200 kilómetros.

Así, pocas horas después de que Estados Unidos anunciara nuevas sanciones contra el Banco de Irán, Teherán afirmó ayer que por primera vez sus científicos fueron capaces de producir una barra de combustible nuclear. El combustible fue destinado al reactor de investigación de Teherán, según informaron las autoridades nucleares iraníes. El pequeño reactor de agua ligera fue construido en la década del 70 con ayuda estadounidense. Su objetivo es producir uranio enriquecido con fines médicos, como el tratamiento del cáncer. Pero la comunidad internacional intenta evitar que Irán enriquezca por sí misma el combustible, por temor a que lo emplee también para construir armamento nuclear.

El pasado sábado, Teherán anunció que está dispuesto a retomar las negociaciones con respecto a su programa nuclear, que se encuentran bloqueadas desde hace un año. Pero tan solo unas horas después el presidente de Estados Unidos Barack Obama firmó la ley sobre el presupuesto militar que contempla medidas contra el Banco Central iraní, a través del que Teherán maneja sus negocios con el petróleo. La medida va contra todas las empresas extranjeras y las entidades con las que el Banco Central mantiene negocios.

El objetivo es alentar a Teherán a que cese el enriquecimiento de uranio, una de las principales demandas de Occidente. La cámara de comercio iraní criticó ayer esas sanciones, ya que considera que son perjudiciales para ambas partes. "Ese tipo de sanciones no aportan resultados y no se pueden justificar, pues dañan a todas las partes y contribuyen a hacer más frágil todo el sistema bancario", explicó el director de la cámara de comercio iraní, Mohammad Nahavandian. "En el pasado, las sanciones no han podido interrumpir el comercio iraní y también será éste el caso. Irán encontrará otras vías para cubrir sus necesidades", dijo Nahavandian a Isna.

El director de la cámara de comercio iraní instó además a los países europeos a no seguir a Estados Unidos y optar por la negociación en los conflictos políticos. La Unión Europea (UE) analizará ahora la imposición de sanciones para intentar que Irán cambie de postura sobre su polémico programa nuclear.

Y es que pese a llevarlo a cabo con un día retraso sobre el anuncio efectuado el pasado viernes, la Armada iraní lanzó ayer un misil de alcance intermedio tierra-aire antiradar en las maniobras navales denominadas Velayat 90" informó el portavoz de las maniobras, almirante Mahmoud Musavi, en declaraciones divulgadas por la agencia oficial de noticias iraní. "Este misil de alcance intermedio esta equipado con las últimas tecnologías para enfrentarse con objetivos antiradares y sistemas inteligentes de evitar interrupciones para guiar la ruta", explicó el mando militar. Este primer misil que Irán lanzó ayer con éxito, según Musavi, ha sido diseñado y producido por expertos iraníes.

polémicas maniobras La armada iraní comenzó el pasado 24 de diciembre sus maniobras navales, Velayat 90 en las aguas del sur del país entre el estrecho de Ormuz y el océano Índico. Irán se encuentra en medio de una polémica por su programa nuclear, que parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos a la cabeza, cree que tiene una vertiente militar destinada a fabricar bombas atómicas, lo que Teherán niega ya que afirma que es exclusivamente civil y con objetivos pacíficos.

En este contexto, personalidades de EE.UU. e Israel han amenazado a Irán con ataques para impedir el desarrollo de su programa nuclear, a lo que Teherán ha contestado que, de producirse, darán una respuesta "aplastante".

Además de eventuales ataques contra territorio de Israel y las bases y buques de EE.UU. en la zona, Irán ha dicho que, de sufrir una agresión o sentirse en peligro inminente, cerraría el estrecho de Ormuz, lo que podría suponer un desabastecimiento de crudo en el mundo de consecuencias imprevisibles.

bloqueo del estrecho de ormuz Y en este contexto, la Marina de guerra iraní llevará a cabo hoy un simulacro de bloqueo del estrecho de Ormuz dentro de las maniobras navales, anunció el portavoz militar, almirante Mahmoud Musavi. El mando militar explicó que "según este ensayo táctico el trafico de cualquier tipo de embarcación por el Estrecho Ormuz será imposible" en el supuesto de que así lo disponga la Marina de guerra iraní.

No obstante, Irán insistió que no tiene intención de bloquear el estrecho de Ormuz, una ruta vital para el transporte del petróleo, según dijo ayer el segundo al frente de la Marina en Irán, el almirante Mahmud Mussawi en declaraciones a la agencia de noticias Isna. Esta medida sólo es concebible si el país está obligado a tomarla, señaló Musavi. "Nosotros estamos a favor de la paz, la seguridad y la libre circulación de barcos, no del bloqueo del estrecho de Ormuz", añadió Mussawi.

Sin embargo, advirtió: "Si nuestros intereses en la zona estuviesen en peligro, también lo estarán los de los países del Golfo". Mussawi es también el portavoz de la Marina para las maniobras que se desarrollan en el golfo Pérsico hasta mañana lunes. Hoy se lanzaron de forma exitosa misiles de alcance medio, informó la agencia de noticias Irna. Antes ya se había informado sobre otras pruebas de cohetes que posteriormente fueron desmentidas. En vista de una posible ampliación de las sanciones por el programa nuclear iraní, Teherán anunció hace unos días el bloqueo del estrecho de Ormuz, por donde circula cerca del 40% del crudo que se transporta en barco en el mundo. Estados Unidos reaccionó de inmediato y dijo que no iba a permitir un bloqueo del estrecho.

Sin embargo, los expertos consideran que esas amenazas y los ensayos con misiles de largo alcance que realizó ayer sirven más bien para mejorar su posición de salida en las negociaciones nucleares, que ahora Teherán pretende retomar. Siempre formó parte de la mentalidad del gobierno iraquí dar una imagen fuerte hacia fuera y mostrarse consecuente; no dejarse intimidar por amenazas, sino responderlas con otras aún más fuertes.