elorrio. "¿Y si no tuviésemos el mar, ¿adónde irían nuestras lágrimas?", escribió el bertsolari Jon Maia y vistió de notas musicales Benito Lertxundi en Itsasoari begira. Y, se pregunta uno: ¿por qué no añadir sonrisas que dirigir a nuestras montañas, como Betsaide o Udalatx? El pasado 1 de noviembre falleció Begoña Belasko, despedida por la que se han sucedido lágrimas y se han recordado sus sonrisas -como la de la foto que ilustra este obituario-. Se despidió con jóvenes 72 años de edad. Los de ella, de profundo sentimiento jeltzale. La de Elorrio, llegó a la villa décadas atrás procedente de Bilbao aunque nació en La Seu D'Urgell -Lleida-. Fue el 14 de abril de 1938. La hija de Aurelio y Valentina se casó con Modesto Iriarte, de Elorrio.
Afiliada al PNV, fue vocal de la Junta Municipal de este partido en la localidad del sureste vizcaino. Junto con el presidente de entonces, José Kortabarria, acudían a reuniones de la fuerza política que se celebraban en Artea. A juicio de este otro joven elorriarra, que presidió la Junta durante una década, Bego "iba a donde hiciera falta, allí estaba ella o se apuntaba a ir", le reconoce Kortabarria.
José tiene calificativos para su amiga escritos con hilos de oro: "Era fantástica, una mujer normal, atenta, muy atenta siempre. ¿Qué más y mejor puedo decir de ella? Transmitía cercanía". Otra amiga suya que prefiere permanecer en el anonimato porque asegura estremecerse al hablar sobre ella tras hacer conocido la triste noticia aseguró ayer que para ella, Bego, "ha sido todo, muy servicial. Cuando he tenido una mala temporada, por algo, antes que a nadie yo le tenía a ella, ahí estaba. No hacía falta llamarle, estaba ya a tu lado. Y tal y como me ha ayudado a mí, lo ha hecho a cantidad de personas que podrían hablar tal y como lo estoy haciendo yo", le agradece y tan solo agrega -visiblemente emocionada y con voz entrecortada- que Begoña "ha defendido al partido a capa y espada".
BATZOKI DE ELORRIO Otra amiga de esta elorriarra ha sido Blanki Ganboa, quien ensalza la labor vital de Begoña y cómo fue una de las primera que impulsó el batzoki del pueblo. Allá por 1975 o 1980, junto a otras personas consiguieron poner un dinero para comprar el edificio actual y acabar cediéndolo al PNV. "Trabajó muchísimo, cocinando... Allí estaba a diario a cambio de nada, altruista".
Blanki subraya también su labor de organizadora de aquello que hiciera falta, lo mismo una salida o excursión a algún lado, como la txosna del Alderdi Eguna, convocante de reuniones... "Antes salíamos todos, con ella, a la pegada de carteles. Coger la escoba, el balde de la cola y venga... a la calle", evoca.
Begoña se casó con Modesto Iriarte el 11 de octubre de 1961. "Este año han cumplido las bodas de oro y por ello hicimos cena y mira tú por donde cuando diez días más tarde se nos va...", lamenta Blanki quien le adjetiva de "positiva, participativa, de dar ánimos a todo el mundo, y elemento de unión de su familia. Era fantástica, tres palabras lo resumen todo fácil: era buena gente".
Los amigos también le reconocen su talante de respeto hacia otras formas de pensar: "En elecciones, si ganaba otro partido, allí iba ella a felicitarles".