Bilbao. Todo el mundo tiene un padre. Incluso la muñeca Barbie. Y de carne y hueso. La famosa muñeca, creada en 1959, fue obra y creación de Elliot Handler (Illinois, 1916), cofundador, junto a su esposa Ruth, del gran imperio de juguetes Mattel, a cuyo frente estuvo entre 1945 y 1975. De hecho, el nombre de la muñeca proviene de la hija del propio Handler, Barbara. Los juguetes de la segunda mitad del siglo XX provienen en mayor o menor medida de la mente de este diseñador que falleció el jueves, 21 de julio, a los 95 años.

Su primer diseño fueron las cajas musicales, algo que se convirtió en una auténtica revolución y que le dio otra idea, aún más novedosa y aplicada aun hoy: ponerle voz a una De esta manera nació Chatty Cathy, la abuela de las muñecas infantiles parlantes. Decía 11 frases, desde "te quiero" a "vamos al colegio" y, claro, tenía su propio fondo de armario. Se vendía en rubio y en moreno. Un éxito sin precedentes.

A la vez, Ruth, su esposa, le pidió que ideará otra cosa: una muñeca que no fuera un bebé, sino que representase a una mujer adulta, de sinuosas curvas y larga melena. Así nación Barbie, a la que se le fueron incorporando después multitud de accesorios. Y después nació Kent, el novio de la despampanante rubia, que se llamaría así por el otro hijo de Handler, fallecido en 1994.

Juguete adulto Conquistado el mercado femenino, Handler se dedicó a su otra pasión: los coches. Pero en miniatura. De ahí nació la muy célebre marca Hot Wheels, que entró en el mercado en 1967. En esta ocasión, el juguetero apuntó tanto a los niños como a los padres. Por primera vez, los productos y las campañas publicitarias se diseñaban para que atrajeran a los adultos, que eran los que al fin y al cabo compraban los juguetes.

Luego llegaron los años setenta, nuevos desarrollos en el mundo del juguete, y una fuerte crisis de ventas en Mattel. Elliot Handler se dedicó entonces a su afición, la pintura hiperrealista. En los noventa se los redescubrió, a él y a su mujer, como los padres de Barbie. Se les entrevistó, se les dedicaron libros y homenajes. Ruth falleció en 2002. Barbie, su hija, la de verdad, les ha sobrevivido.