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El cantante de soul más grande de todos los tiempos

El cantante de soul más grande de todos los tiempos

nueva york. El músico estadounidense Solomon Burke, conocido como el rey del rock and soul y autor de clásicos como Evedybody needs somebody to love, Cry to me o It must be love, murió ayer a los 70 años en el aeropuerto de Schipol (Amsterdam), según informaron los medios holandeses. Burke, nacido en Philadelphia en 1940, falleció por causas aún desconocidas a la llegada de un vuelo procedente de Los Ángeles (EE.UU.) a la capital holandesa, donde iba a ofrecer un concierto mañana martes junto a la banda holandesa de rock De Dijk en la sala Paradiso, según informó la agencia ANP.

Burke es considerado uno de los padrinos del soul junto a Ray Charles y Sam Cooke en los años 50, época en la que estos artistas transgredieron las reglas que separaban el gospel del R&B.

Algunos de sus primeros éxitos que le valieron la consagración fueron Got to get you off my mind y Just Out Of Reach (Of My Two Empty Arms).

Burke, denominado por muchos como el rey del rock and soul tras su tema Tonight the night, escribió en 1964 Everybody Needs Somebody to Love, otro de sus grandes clásicos bailables que fue reinterpretado por unos jovencísimos Rolling Stones, Wilson Pickett y The Blues Brothers, ente otros.

A pesar de todo, Burke jamás consiguió colocar un sólo single entre el Top 20; siempre se movió a la sombra de otros gigantes, como Ray Charles, Ben E. King o Wilson Pickett, pero su legado fue esencial para el desarrollo del rock.

Fue nominado al Rock & Roll Hall of Fame en 2001 como reconocimiento a una larga trayectoria nunca del todo valorada por el gran público, a pesar de haber desarrollado su carrera para Atlantic, uno de los grandes sellos del género.

Precisamente tras su nominación al Hall of Fame, su carrera recibió un necesario impulso que acercó su nombre a las nuevas generaciones con el disco Don"t Give Up on Me, que contó con un extraordinario de letristas y grandes fans, como Bob Dylan, Tom Waits, Van Morrison, Elvis Costello, Brian Wilson o Nick Lowe. El disco se alzó con el Grammy al mejor álbum de blues contemporáneo en la ceremonia de 2003. Entre sus numerosos éxitos internacionales destaca también I have a dream, que compuso en homenaje a Martin Luther King, en 2002.

Burke, considerado en su día por el productor de Atlantic, Jerry Wexler, como el "cantante de soul más grande de todos los tiempos", siguió realizando giras por todo el mundo hasta su muerte, dirigiéndose al público desde un trono dorado especialmente hecho para él, incapaz de moverse por el escenario debido a su enorme figura.

"Mientras me quede aliento para seguir cantando, lo haré, con la ayuda de Dios", declaró a una entrevista al diario británico The Telegraph.

Burke deja atrás un legado musical de 35 álbumes y más de 17 millones de copias de discos vendidos.

Uno de sus mayores fans fue el Papa Juan Pablo II, quien le invitó a actuar en varias ocasiones en el Vaticano.

"La única cosa que no sé es en qué nota estaba llorando cuando vine a este mundo", dijo Burke, quien también ejerció como predicador y líder de una iglesia estadounidense en paralelo a su recorrido artístico.

Burke tenía 21 hijos, 90 nietos y 19 bisnietos, según recoge en su biografía oficial en su web.