Bermeo. Los pesqueros vascos Santana Berria y Luis Barranco han retornado a sus puertos base en Getaria y Hondarribia tras abonar las fianzas de 3.000 euros y 2.000 euros, respectivamente, impuestas por un juez de Baiona después de que los patrones prestaran declaración. Se trata de cantidades muy inferiores a las impuestas en otros casos de apresamiento. El juicio se celebrará el 14 de octubre.
Las dos embarcaciones de la flota vasca de bajura fueron detenidas y conducidas al puerto de Baiona por una patrullera francesa bajo la acusación de haber capturado sardina en una zona prohibida de bajo jurisdicción francesa. Las embarcaciones permanecieron retenidas hasta última hora de la tarde de ayer. "Esperemos que las fianzas impuestas por el juez sean premonitorias de lo que pueda acontecer en el juicio. Confiamos en que la sentencia final siga esta misma línea" explicaba Leandro Azkue, director de Recursos de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa.
Permisos Los barcos de bajura del Cantábrico tienen autorización para capturar anchoa hasta las seis millas de aguas francesas pero no disponen de permiso para pescar sardina dentro de las doce millas. El Santana Berria y el Luis Barranco faenaban a la pesca de anchoa a unas ocho millas de la costa gala pero al largar la red apresaron partidas de sardina y anchoa en asociación. "Se trata de dos especies pelágicas que en ocasiones se localizan en el mismo cardumen. Cuando largas la red no sabes exactamente qué pescado vas a capturar" aseguran fuentes del sector pesquero.
Los arrantzales se quejan de un exceso de celo por parte de las autoridades francesas. "La sardina se vende a apenas 20-25 céntimos en lonja y está claro que nadie se va a arriesgar a recibir una sanción por pescar una especie con la que apenas obtiene rentabilidad en lonja. Los franceses saben muy bien que estos dos pesqueros faenaban a la pesca de anchoa y han sido muy estrictos teniendo en cuenta además que las cantidades de sardina encontradas a bordo eran muy pequeñas", afirmaba un patrón.
Los responsables de las cofradías de bajura del Cantábrico han decidido mantener vigentes los acuerdos alcanzados para regular la pesquería de anchoa en el Golfo de Bizkaia. Así, durante la próxima semana los barcos completarán sólo tres jornadas de pesca y los topes diarios se mantienen en 100 kilos por tripulante. Sólo se podrá capturar anchoa de hasta 50 unidades por kilo, con una tolerancia del 10%.
Capturas escasas Representantes de las flotas de Gipuzkoa, Bizkaia, Cantabria, Asturias y Galicia se reunieron ayer en Bilbao para analizar el desarrollo de la pesquería tras una semana en la se han registrado exiguas capturas de anchoa cuya cotización en lonja ha llegado hasta los 11 euros el kilo. "Cuando la anchoa pequeña se vende tan cara es porque hay muy poca", aseguraba un arrantzale jubilado. Todo el pescado capturado fue destinado al consumo en fresco. La industria transformadora continúa sin comprar un kilo de anchoa.
A partir del próximo día 19, los barcos podrán capturar un cupo semanal de 600 kilos por tripulante con un máximo de 3.000 kilos por día. Este acuerdo supone una modificación importante respecto a los cupos establecidos antes del inicio de la costera, con un total de 1.000 kilos semanales por tripulante embarcado y un máximo diario de 5.000 kilos. En cualquier caso, estos acuerdos son susceptibles de ser modificados en función de lo que deparen las próximas jornadas de pesca. "Hasta ahora se ha pescado poca anchoa y de pequeño tamaño. No obstante, continuamos a la espera de que aparezcan los cardúmenes de anchoa grande, típica de costera. En ese caso habría que volver a analizar los acuerdos alcanzados. Todo eso se haría sobre la marcha", explicó Iñaki Zabaleta, presidente de la Federación de Cofradías de bajura de Bizkaia.