IRUÑEA. La vista oral del juicio por el asesinato de Nagore Laffage continuó esta mañana con la declaración como testigo de uno de los amigos del acusado, con el que estuvo la noche del 6 de julio, quien calificó a José Diego Yllanes como una persona "normal" y "buen amigo". "Los que conocemos a José Diego estamos extrañados, era una persona normal", dijo, para añadir que "no sé qué pasaría aquella noche ni por qué" y que "se tiene que hacer justicia". "Jamás en la vida hubiera pensado que pasara esto", apuntó, y expuso que no era agresivo.
El amigo, al que el acusado conoció en la carrera de Medicina y que dijo no conocer a Nagore Laffage, habló de lo que vivió junto a Yllanes la noche del 6 de julio, desde que se encontraran en torno a la una de la madrugada hasta que se despidieron, sobre las 4. Durante su declaración, Yllanes lloró varias veces.
El testigo no pudo especificar cuánto bebió el procesado aunque sí recordó que acudieron juntos dos veces a la barra del bar en la Cuesta de Labrit para pedir dos cubatas de ron y un chupito de tequila cada uno. "José Diego llegó aparentemente sobrio y cuando nos íbamos estaba borracho", expuso, aunque el grado de borrachera no llegaba hasta caerse por el suelo, precisó, a preguntas del fiscal.
El amigo, que recibió un mensaje de móvil del acusado sobre las 6 horas, insistió en que Yllanes estaba "bastante influenciado por el alcohol", de hecho "llegamos a orinar en la barra del bar" en el que se encontraban, si bien podía "deambular, comunicarse y reconocer a la gente".
Preguntado si al acusado le gustaban mucho las mujeres, el amigo dijo que sí, y sobre si había tenido relaciones con otras mujeres estando con su novia oficial, indicó que tuvo una época "más ligero de cascos" cuando ella se encontraba fuera, ya que él consideraba que tenía "éxito" entre las mujeres. Sobre si era agresivo, apuntó que no y que no le ha visto "enfrentarse como para pelearse con nadie" y si es intolerante a la frustración, señaló que "no es la imagen que tengo de él".
También testificó en la sesión de esta mañana la mujer que encontró el cadáver de Laffage en Orondritz, a dos kilómetros del pueblo, sobre las cinco de la tarde, en un lugar apartado, dijo. Lo vio cuando salió a pasear a los perros, envuelto en plásticos, y avisó a su marido y a otra persona. Tras cerciorarse de que era un cuerpo de persona, llamaron al 112. Se trata de una zona, expuso, en la que hay buitres.
Asimismo, un vecino de la zona donde se encontró el cadáver explicó que cuando conducía su tractor se cruzó en una carretera estrecha con el coche Saab 9000 blanco, conducido por "un chico moreno", que precisó que conducía "normal".
"Olía mucho a amoniaco en el piso"
Por otra parte, dos agentes de la Policía Municipal relataron que poco antes de la una de la tarde del 7 de julio acudieron, por aviso de la emisora, al domicilio familiar en Travesía Acella y posteriormente al de Sancho Ramírez, donde fue asesinada Nagore Laffage. Allí comprobaron que olía "mucho" a amoniaco, "había diferencia de limpieza del baño al salón, el baño estaba recién limpio". "Levanté la taza y había una especie de papel con colores marronáceos, como color del yodo", expuso uno de los policías.
Los agentes municipales acompañaron a los padres del procesado al garaje de Travesía de Acella y vieron entonces que no estaba el coche. "El padre dijo 'ya se lo ha llevado el cabrón de mi hijo'", expuso, y añadió que querían regresar a su casa "por si volvía su hijo", señaló. Uno de los agentes expuso que el padre llamaba constantemente por el teléfono móvil, era un "llama cuelga" y en una de las llamadas que recibió, en el piso de Sancho Ramírez, habló y dijo: "Que vengas aquí, que te está buscando la Policía".
Testificaron también dos agentes de la Policía Foral, que llegaron a la vivienda de Sancho Ramírez sobre las dos de la tarde para intentar localizar a José Diego Yllanes y quienes también percibieron el olor a amoniaco en el baño. Al bajar al garaje de esta vivienda con los padres vieron que en la puerta de acceso había una cuña y el padre identificó, según dijo, esta cuña con la presencia de su hijo.
Uno de estos agentes acudió por la tarde al paraje de Orondritz, donde fue encontrado el cadáver de Nagore Laffage. Según relató, vio "bolsas de basura que envolvían el cuerpo de un ser humano", que, añadió, "no estaba especialmente escondido".