La edición navideña de MasterChef, que va a durar más que la Navidad, porque la tercera y última entrega se va emitir el lunes 9 de enero, decidió este jueves quiénes lucharán por el triunfo en la final, que serán Anabel Alonso, Carmina Barrios, La terremoto de Alcorcón y Mario Vaquerizo. Pero quizá lo más comentado en las redes sociales ha sido la aparición estelar de Mercedes Milá.

La veterana periodista catalana no acudió para cocinar, sino como invitada para valorar los platos de los concursantes junto a los jueves habituales, Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera. No llegó sola, sino con su perro, Scott, que estuvo bastante más tranquilo que ella, cosa que tampoco resulta muy complicado conociendo el carácter de la comunicadora de Esplugues de Llobregat.

La barcelonesa lanzó dardos y pullas a diestro y siniestro, descartándose rápidamente para concursar en la próxima edición Celebrity, pese a la insistencia del jurado. “Yo no puedo hacer esto porque no sé”, afirmó tajante, asegurando que son “mentira” las referencias de que ella cocina bien.

Milá estaba más o menos comedida hasta que los jueces criticaron con dureza el plato de Florentino Fernández, en un programa dedicado a la comida hindú. “¿Pero por qué decís que esto no es indio? A ver en qué restaurante de Madrid o de Córdoba te comes esto”, saltaba indignada tras probar lo que Flo había cocinado "Yo no vengo aquí, es que soy compasiva y vosotros sois unos hijos de…”.

Los comentarios de Pepe Rodríguez burlándose del plato la reafirmaron en su decisión de no concursar en el futuro. “Si a mí me da la locura y me vengo aquí, ¿me van a tratar así? Porque a la primera patada en la boca te doy yo otra en otro sitio”. El juez le respondía: “¿No llevas bien las críticas?”. Y la catalana seguía a lo suyo. “Lo que llevo fatal es el cachondeo de un juez, me parece inmoral".

Las redes sociales aplaudieron las palabras de Mercedes Milá y no fueron pocas las personas que pidieron que sea la futura presentadora del programa.