Quien conviva con un gato sabrá que estos felinos se meten en los lugares más insospechados y se cuelan por sitios por los que nadie imagina que podrían caber. Y ahí pueden pasar horas escondidos, sin dar señales de vida y sin que haya quien los encuentre.

La cosa generalmente no suele tener mayor consecuencia que la inquietud momentánea de su dueño, que llega a plantearse si se ha tirado por la ventana o si se ha escapado por la puerta. Pero a veces se complica, como le ha pasado a una joven con su gato Monchis. Cuando llegó a casa por la noche no lo encontraba por ninguna parte hasta que lo escuchó maullar. No estaba escondido, estaba atrapado y pedía ayuda. Y por una vez, porque su dueña afirma que “se deja la piel intentando volverme loca”, la culpa no era suya. Al menos no toda.

Unos albañiles habían estado durante el día reparando la bañera de su casa y, cuando estaba casi terminada a falta de los últimos azulejos y solo quedaba un agujero de 15x15 centímetros por tapar, no se dieron cuenta de que el gato se coló por él. Terminaron la obra y se marcharon sin ser conscientes de que habían emparedado a Monchis.

Así que a su dueña no le quedó otra que ponerse a picar azulejos de madrugada y a destrozar parte de la obra recién terminada. “Son las 2 de la mañana y yo me meto en la cama después de haber reventado el baño que han estado todo el día arreglando los obreros, porque se habían dejado a mi gato dentro”, escribió en Twitter en un hilo que se hizo rápidamente viral, con 275.000 likes en menos de 24 horas.

Además, reveló los momentos surrealistas que vivió a esas horas de la noche intentando contar a sus padres lo que había sucedido. “Yo llorando despertando a mis padres diciéndoles que el gato está encerrado dentro de la bañera. Mi madre preguntando si se ha ahogado. Mi padre preguntándose cómo es una bañera cerrada, cómo la he cerrado si la nuestra es una bañera normal”.

La dueña de Monchis subió fotos de su gato en perfecto estado para tranquilizar a sus seguidores y quiso disculpar a los obreros ante las críticas de algunos tuiteros por no haberse dado cuenta de que el felino se había metido ahí. Unos obreros que a buen seguro tendrán que volver a su casa para reparar la reparación, porque en esta ocasión sí había gato encerrado.