DESDE que se conoció el abandono de Jon Rahm por motivos de salud antes de jugar la segunda ronda de The Players, se empezó a barruntar la posibilidad de que perdiera el número 1 del mundo. Unas horas después, Rory McIlroy se quedó fuera del corte en TPC Sawgrass y Scottie Scheffler, que compartió partido el primer día con el barrikoztarra y el norirlandés, empezó a colocarse en los puestos de cabeza como una amenaza para unos rivales que se asustaron porque en algunos casos debutaban en el torneo y en otros no se habían visto arriba en un evento de la importancia del que es emblema del PGA Tour y que este año reservaba para el ganador 4,5 millones de dólares.

El desarrollo del fin de semana, que pasó de unas condiciones duras en Ponte Vedra Beach a unas ideales, hizo cumplir las previsiones y el golfista texano, al que le valía acabar entre los cinco primeros, se convirtió en el ganador de The Players de manera incontestable con cinco golpes de ventaja y, en consecuencia, recuperó a lo grande el cetro mundial en el que ha habido cinco cambios desde que empezó el año. Scheffler, un golfista que se caracteriza por su enorme inteligencia y tranquilidad en el campo, logró su primera victoria en el circuito estadounidense hace trece meses en el Phoenix Open y ya acumula seis títulos en este tiempo, todos ellos de alto rango. Además, ha conseguido algo que solo habían hecho antes Jack Nicklaus y Tiger Woods: ser al mismo tiempo ganador del Masters y de The Players.

“Me calenté a mitad de la ronda y traté de poner las cosas en su sitio lo más rápido posible”, resumió Scheffler, que ya lleva dos triunfos en este curso, lo mismo que Max Homa. Tres acumula Jon Rahm, que ha visto frenada su enorme racha de enero y febrero con su mala semana en el Arnold Palmer Invitational y con el virus estomacal que le dejó fuera del torneo y sin puntos en TPC Sawgrass. Pese a ello, el de Barrika sigue mandando en la FedEx Cup, aunque ha cedido terreno en la lucha por el número 1 del mundo. Scheffler lidera con más de un punto de margen, aunque con el nuevo sistema de puntuación las variaciones pueden ser constantes y ahora le toca defender de forma consecutiva dos grandes torneos que pueden volver a alterar la clasificación: el Mundial Match-Play y el Masters de Augusta.

En ellos pondrá el vizcaino sus cinco sentidos, una vez recuperado de sus problemas estomacales. Ya se sabe que el golf está sujeto a muchos avatares que pueden influir en la precisión y en la inspiración necesarias para triunfar y el debate sobre quién es el mejor jugador del mundo, si Scheffler o Rahm, puede ir para largo. El torneo de Austin tendrá a ambos y también a McIlroy en un formato imprevisible, abierto a las sorpresas, que va a desaparecer porque no se ajusta al modelo televisivo actual, que busca más acción que solo dos jugadores jugándose el título el domingo. Además, muchos jugadores suelen mostrarse reticentes a jugar un torneo de eliminación y en lo que no cuentan los golpes, sino los hoyos ganados, antes de la gran cita de Augusta.

Rahm, en cambio, siempre se ha mostrado partidario del match-play ya que promueve el modo ataque y, por ejemplo, en 2021 fue eliminado en cuartos de final por Scheffler, que también le derrotó meses después en la Ryder Cup de Whistling Straits. Así que la edición de este año tiene el morbo de esperar otro duelo directo entre los dos dominadores del golf mundial en 2023 en el que Jon Rahm pueda tomarse revancha.