Jon Rahm terminó la primera jornada de The Players con 71 golpes, 1 bajo el par del exigente campo, y con la amarga sensación de no haber encontrado en los greenes el premio que mereció su juego. “Estoy bastante cabreado por lo poco que he aprovechado para lo bien que he jugado. Todo el día han tocado el borde o han pasado al lado del hoyo y no eran malos putts. Pero esto es lo que ocurre en el golf de vez en cuando”, explicó tras su vuelta en los micrófonos de Movistar. No le faltaba razón porque el barrikoztarra perdió más de dos golpes con el putt y fue penalizado con una distancia de siete golpes con el liderato que de forma provisional con jornada y media consumida ocupaba el estadounidense Chad Ramey, un jugador de 30 años que solo tiene una victoria en el PGA Tour.

Saliendo muy pronto y por el tee del hoyo 10, el número 1 del mundo formó un partido muy esperado con el 2, Scottie Scheffler, y el 3, Rory McIlroy. El público respondió a la llamada y siguió de forma numerosa una pelea directa en la que el estadounidense, con cuatro bajo par, tomó la delantera. El norirlandés, en cambio, tuvo un día nefasto y con cuatro sobre par tendrá que hacerlo hoy muy bien para pasar el corte en un torneo en el que ya ha ganado. Rahm espera mejorar con el paso de los días para estar entre los aspirantes el domingo y recuperar el rumbo que perdió en el Arnold Palmer Invitational.

“Igual os tengo mal acostumbrados y la semana pasada fue simplemente una mala semana. Estoy contento por cómo han ido las cosas desde el tee y solo debo afinar un poco más con los hierros para dejarlas un poco más cerca y tener mejores opciones de birdie, como ha hecho Scottie. Ese es el resumen: no he conseguido darme muchas buenas oportunidades y las que he tenido no las he metido”, comentó.

Tardó en calibrar su juego en un inicio en tono discreto hasta que en el 16, un par 5, logró su primer birdie después de patear para eagle desde unos cinco metros una bola que había sacado de la pinaza con un prodigioso segundo golpe. Este fue otro problema ya que solo robó un golpe a los cuatro hoyos más largos de TPC Sawgrass, un recorrido con muchos cambios de altura en las calles y alrededor de los greenes. El segundo birdie cayó en el hoyo 18 para colarse en ese momento entre los diez primeros y se presentaba la oportunidad de seguir escalando.

Sin embargo, en la segunda mitad de la vuelta no pudo facturar ningún birdie más y, en cambio, le cayó el único birdie en el hoyo 8 después de que se le quedara corto un chip desde fuera de green y no embocar el delicado putt de par. El hoyo 9 fue el compendio de la jornada de ayer de Jon Rahm: el putt para eagle pasó cerca, pero se le fue un poco largo y el de vuelta para birdie le hizo la corbata, lo mismo que le había ocurrido en el 4. No hubo manera de rematar las faenas y de ahí el indisimulado malestar del jugador de Barrika en la sala de prensa.

Torneo abierto

La jornada fue generosa con los jugadores del turno de mañana en el que se vio el primer hoyo en uno en el mítico 17 de Sawgrass. Lo firmó el estadounidense Hayden Buckley, aunque no se dejó sentir en su tarjeta. Al margen del líder Ramey, ya asoma a un golpe Collin Morikawa, jugador a tener en cuenta si muestra la precisión de ayer en el juego corto. El otro partido estelar del día, formado por Max Homa, Justin Thomas, ganador en 2021, y Jordan Spieth no estaba respondiendo a las expectativas ya que a mitad de vuelta ninguno de los tres estaba jugando bajo par. El torneo empezó muy abierto y Jon Rahm espera que el campo le devuelva lo que ayer jueves le quitó.