Esta Nochevieja el Athletic pondrá ese número de uvas para dar entrada al nuevo año, los puntos que ubican al equipo en la parte noble de la clasificación. Será por lo tanto una noche tranquila, no es poco. El equipo disfruta de un buen momento y estar en la jornada quince con estas sensaciones invita al optimismo, eso sí, con los pies en el suelo. Valverde y su tropa mantienen una regularidad solo alterada en un par de partidos que hace que cada choque los leones lo afronten con la tranquilidad de saber que van a competir al máximo nivel y las opciones de victoria van a estar siempre presentes.

El parón por el mundial de Catar nos ha descolocado un poco a todos y el subidón con el que nos fuimos al mismo con la cuarta plaza ha dado paso a la tranquilidad. Si a esto le unimos las fiestas navideñas, viene un mes de enero lleno de emociones. Un no parar, vamos. Estamos con muchas ganas de fútbol y queremos un Athletic vivo en las dos competiciones en las que está inmerso. Buena pinta tiene, solo hace falta que los días que vienen lo confirmen.

En el plano institucional, Jon Uriarte y su junta brindarán en sus domicilios por primera vez como responsables de este maravilloso club que cumple 125 años. La responsabilidad es enorme y sabedores de ello viven el día a día con la única obsesión de acertar con las decisiones a tomar. No son buenos tiempos para asumir este tipo de responsabilidades, por muy bonito que parezca desde fuera. La crítica siempre es feroz y el acierto pesa mucho menos en la balanza que lo que sale mal. Triste pero así, ya sea en el Athletic como en el último club de Bizkaia. Eso sí, la exposición pública de los rojiblancos es máxima, a veces insoportable. Y no vale decir lo de que no se hubieran presentado.

Son pocos los meses para evaluar la gestión del nuevo presidente y su junta. Podemos intuir las intenciones y sobre todo constatamos una vez más que los toros se ven mucho mejor desde la barrera. Una vez dentro todo cambia, no es tan sencillo. El grupo de trabajo es bueno aunque como en todas las casas se cuecen habas. Tiempo tienen por delante para ensamblar las piezas y cumplir con lo prometido en campaña. Cero dudas de su compromiso y capacitación.

Para el nuevo año solo pido salud para todos los lectores de DEIA, los compañeros, la familia y las gentes del deporte. Todo lo demás depende de cada uno. Urte Berri on. l