AMOREBIETA: Campos; Álvaro Núñez, Hernando, Félix, Lasure; Dorrio (Min. 91, Rayco), Sibo, Carbonell, Morcillo (Min. 81, Quinterto); Eraso (Min.81, Edwards) y Jauregi (Min. 65, Avilés).

ZARAGOZA: Rebollo; Fran Gómez, Mouriño, Jair, Francés, Valera (Min. 82, Manu Vallejo); Toni Moya (Min. 77, Jaume), Aguado (Min. 77, Bermejo), Serrano; Mollejo y Maikel Mesa (Min. 62, Enrich).

Goles: 1-0: Min. 10; Félix. 1-1: Min. 43; Maikel Mesa.

Árbitro: López Toca (Comité Cántabro). Amonestó a Morcillo, Sibo, Hernando y Carbonell, por el Amorebieta; y a Rebollo y Mollejo, por el Zaragoza.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésima jornada de LaLiga Hypermotion disputado en Lezama ante 1.604 espectadores, de ellos unos 550 seguidores del equipo maño.

Un punto de arranque. La era Jandro Castro al frente del Amorebieta comienza con buenas sensaciones de juego pero con un resultado que no dejó del todo contento a un conjunto azul que desperdició un penalti y que gozó de más ocasiones frente a un Zaragoza exigente. Un punto que sirve de poco a nivel clasificatorio, con el equipo vizcaino en la penúltima posición de LaLiga Hypermotion, aunque sí vale para cerrar la dinámica de tres derrotas consecutivas y mirar con cierto positivismo el futuro a corto plazo de un Amorebieta que vuelve a citarse este jueves en Lezama, donde recibirá a un Alcorcón que le precede en la tabla, por lo que los puntos frente al cuadro alfarero se antojan aún más trascendentales.

Cuando debuta un entrenador surge ese punto chismoso para conocer cuál es su idea. También se entiende que en este caso Jandro, el elegido por la dirección deportiva para sustituir al destituido Haritz Mujika, solo ha contado con tres entrenamientos para conocer a sus nuevos pupilos e intentar aplicar los esbozos más básicos de su credo, por lo que, en estas circunstancias, no se le puede exigir milagros desde ya. Lo cierto es que el asturiano ha asomado lo que quiere. Es fiel al 4-4-2, más rígido cuando le toca defender pero que se muta al 4-3-3 cuando su equipo ataca. De ahí que se intuían cambios en su plan inicial respecto al que compareció en Valladolid una semana atrás, una vez que su sistema varía del que aplicaba Mujika en las últimas jornadas. Jandro reniega de los tres centrales y pide más versatilidad ofensiva, con lo que Josep Gayá y Javi Avilés eran los primeros damnificados, junto al meta Jonmi Magunagoitia, en favor de Javi Eraso, Eneko Jauregi y Pablo Campos, respectivamente. Se da así el pistoletazo de salida a la etapa Jandro con la motivación que supone lo novedoso para un Amorebieta que arrancó el partido como colista y que lo cerró sin esa victoria que le urge.

El plus de necesidad y a la vez de reivindicación se hizo efectivo desde el minuto cero, cuando emergió un Amorebieta intenso, decidido y con la mente despejada, conocedor de que debía poner una marcha más si quería dañar a un Zaragoza que se presentaba en Lezama avalado por sus buenos resultados ante el Leganés y el Espanyol. Dicho y hecho. El conjunto azul, muy junto en líneas y lanzado por los costados, hizo bueno su anhelo y a los cien segundos Josué Dorrio ejerció como el listo de la clase y forzó el penalti cometido sobre su persona por el meta Dani Rebollo tras un entendimiento fallido con su compañero Jair. Mejor no podía empezar el duelo, pero Eneko Jauregi, que necesita recuperar su mejor versión, marró el momento con un desastroso lanzamiento desde los once metros. Montas un circo y... El varapalo, sin embargo, no lastimó al cuadro zornotzarra que siguió a la suyo. Dorrio volvió a aparecer en una llegada y de continuo el bilbaino botó un córner que culminó de manera espectacular el central Félix Garreta, que anotó su segundo tanto del curso. El balón parado que tanto traumatiza al Amorebieta en esta ocasión le dio premio. El colectivo de Jandro proyectaba buenas sensaciones, con interesantes combinaciones y llegadas peligrosas, copadas por Dorrio, que hasta se atrevió con un remate de tacón que le hubiera coronado en caso de acabar en gol. No fue así y el Zaragoza, además, se estiró merced al impacto de Fran Gámez por el ala derecha y llegaron lo apuros para un Amorebieta, que se vio penalizado por un penaltito de Kwasi Sibo y que en este caso si transformó Maikel Mesa. Vuelta a empezar.

El gol maño obligaba al Amorebieta a resetearse de cara al segundo acto, donde los detalles cobraban ya una relevancia suprema en un partido que se había abierto ya en canal, con dos conjunto decididos a por la victoria. El ritmo fue in crescendo y se sucedieron las ocasiones. Dani Lasure, sobresaliente ante el que ha sido el equipo en el que se ha formado, se la puso a Jauregi, que remató alto; Sibo la tuvo tras un saque de esquina y el Zaragoza respondió por medio de Toni Moya, pero su disparo lo sacó Félix con el pecho cuando se olía el 1-2. Ya no había tregua, tanto que segundos después Dorrio se plantó ante Rebollo, aunque al extremo se le ocurrió dirigir su golpeo al pecho del meta lepero, y a Morcillo se la desvió Rebollo. Un ir y venir que retrataba la trama de un encuentro que se quedó como estaba por la falta de pegada de un Amorebieta que necesita gol.