Prueba superada. El Gernika ha salido reforzado tras culminar su particular Tourmalet de cinco encuentros consecutivos frente a rivales de su pelea y cierra este exigente tramo con un saldo de ocho puntos sobre quince posibles, con la única derrota en Las Llanas ante el Sestao River, el líder destacado y al que plantó cara en el primer acto; con dos victorias consecutivas sobre el Izarra y Tudelano, a los que distancia y les aleja del play-off; y los empates en las dos últimas jornadas con el Tarazona, tercer clasificado, y el Utebo, quinto. Así las cosas, el colectivo de Aitor Larrazabal mantiene intacto su pulso por finiquitar la liga entre los cinco primeros, que acceden a las eliminatoria de ascenso, ya que es cuarto, igualado a puntos con el Tarazona y a uno del Alavés B, segundo clasificado, cuando restan solo siete partidos. Precisamente, los dos inmediatos le pueden marcar mucho al conjunto foral, que el sábado recibe al Alfaro, vicecolista que llegará a Urbieta después de vencer al Arenas, y visita después al Logroñés B, situado en zona de descenso y con pocas opciones de salvarse.