jON Rahm pasó de liderar en solitario el US Open cuando afrontaba el último hoyo de la tercera jornada a concluir el duodécima posición en su primera defensa de un major. "53 hoyos muy buenos, los otros 19, en +6. Ese es el resumen", asumió el golfista de Barrika después de una última ronda aciaga en la que salió a un golpe de los líderes, pero nunca tuvo opciones de victoria porque no logró ni un birdie en el complicado recorrido del Country Club de Brookline. Su relevo como vencedor lo cogió Matthew Fitzpatrick, el inglés de 27 años que logró su primer grande y, al mismo tiempo, su primer triunfo en suelo estadounidense. Además, había otra historia detrás, como de guion, y es que Fitzpatrick es el tercer golfista de la historia tras Jack Nicklaus y Juli Inkster que gana el US Open como aficionado y profesional en el mismo campo.

El jugador de Sheffield fue el más regular el domingo, con 17 de 18 greenes en regulación y un gran golpe de bunker en el 18 para sujetar su ventaja mínima, y superó por un golpe a Will Zalatoris, que sumó su tercer segundo puesto en un major en nueve participaciones, y Scottie Scheffler, el número 1 del mundo que amenazó con un gran arranque, pero se quedó a las puertas de su quinta victoria del año y segundo grande. En medio de esa enorme competencia, Jon Rahm nunca encontró su momento, "ese par de birdies que habrían cambiado la dinámica". Si durante las tres primeras vueltas el putt funcionó bastante bien, en la cuarta el barrikoztarra tuvo un día aciago a la hora de cerrar los hoyos. "Duele por cómo he jugado durante toda la semana, pero desde el principio no han salido las cosas, aunque he luchado hasta el final", admitió tras dejar pasar una buena oportunidad "en un campo que me gusta y en el que me encuentro cómodo".

detalles positivos

De todas formas, Rahm, que ha bajado al número 2 del mundo tras ser superado por Rory McIlroy, quiso quedarse con lo positivo de una semana en la que volvió a verse al frente de un major, justo cuando un doble bogey en el hoyo 54 le costó, quizás, más de lo que parecía entonces: "Ha habido cosas muy buenas, estoy más cómodo en los greenes, de cara al resto del año es importante. He hecho cosas muy buenas con la trayectoria de la bola, sobre todo pensando que ha habido mucho viento. Y he luchado, en los tres primeros días metí muchos putts que me hacían falta". La conclusión tras un US Open que a Jon Rahm le pareció "uno de los más justos que he jugado porque la preparación ha sido la correcta" es que "defender un major es mucho más complicado de lo que pensaba, sobre todo porque salvo el Masters no se juegan en el mismo campo. Por eso, es algo que pasa cada mucho tiempo".

Este duodécimo puesto en Brookline mejora el vigésimo séptimo del Masters y el cuadragésimo segundo del PGA Championship. El siguiente será el mes que viene en The Open, la 150 edición que se disputará en Saint Andrews, la cuna del golf en Europa. "No veo otro torneo que más desee ganar cualquier jugador", confesó. Antes tendrá la prestigiosa cita del JP McManus Pro-Am en Irlanda y en dos semanas el Scottish Open, un torneo que este año puntúa para el PGA Tour y el DP World Tour.