Novak Djokovic regresó a la competición con una victoria de aliño ante el italiano Lorenzo Musetti en la primera ronda del ATP 500 de Dubái: 6-3 y 6-3. En un día de mucho viento, el serbio tampoco tuvo que aplicarse a fondo para tumbar a su joven rival, que cometió demasiados errores y nunca tuvo fe en sus posibilidades en el que un día en que los dos jugadores estaban en el centro de las miradas. Fue un partido frío, rutinario, de gestos contenidos, para el número 1 del mundo cuyo nivel actual tendrá un mayor constraste en la segunda ronda ya que se enfrentará al ganador del duelo entre Karen Khachanov y Alex de Minaur. Ayer lunes no tuvo demasiado desgaste, algo que no se sabe si le puede favorecer o no tras 80 días sin saltar a la pista de forma oficial.

Por otro lado, Garbiñe Muguruza está en la tercera ronda del WTA 1000 de Doha donde se medirá a Madison Brengle o Viktoria Azarenka. La de Caracas fue de menos a más y se impuso por 7-6 y 6-1 a Sorana Cirstea en un encuentro que solo tuvo historia en el primer set. La rumana se adelantó por 3-0 y luego 5-3 y saque, pero Muguruza logró reaccionar gracias a su efectividad con el saque y se llevó el parcial en un tie-break que manejó con solidez.

Cedió su saque por segunda vez en el juego inicial, aunque las baes ya estaban puestos y su agresividad al resto dejo sin respuestas a Cirstea, que perdió su servicio en tres juegos consecutivos. “Ha sido un buen comienzo, aunque me ha costado entrar en el primer set. He sacado actitud para hacer mi juego, elevando el nivel”, comentó Muguruza, que busca su primer título en un torneo en el que fue finalista el año pasado y en 2018.