Un verano más, las puertas del Ayuntamiento de Durango se abrieron ayer jueves para dar la bienvenida a una treintena de niños saharauis que pasarán sus vacaciones en Durangaldea. Los niños llegaron el lunes a través de diferentes proyectos y alargarán su estancia en la comarca hasta finales de agosto.

La asociación Hamadako Izarrak contará con diez niños que acudirán a Zaldibar, Río de Oro ha acercado al albergue de Izurtza a diez menores con diversidad funcional, y también ha gestionado la acogida a través de once familias mientras Lajwad Elkartea de Elorrio ha permitido que cuatro familias acojan a niños. “El pueblo saharaui es un pueblo que sufre, es un pueblo que desde el Ayuntamiento, como institución, se lleva apoyando mucho tiempo y además de apoyar económicamente, la parte más importante que hemos querido y queremos seguir apoyando en visibilizar un conflicto grave, que hace que personas estén en una situación de vulnerabilidad y pobreza que como sociedad no debiéramos de permitir, con un pueblo que no tiene derecho a vivir en su territorio”, lamentó la concejala jeltzale Josune Escota.

Para que su estancia sea lo más divertida posible, Río de Oro ha programado numerosas actividades donde no faltarán baños en la piscina, visita al museo de la Ciencia y al aquarium de Donostia, jornadas de surf en Cantabria o la visita a una granja escuela. “El viaje ha sido largo y el cansancio se les ha notado al llegar, pero ya están adaptados y con ganas de disfrutar”, explicó Mikel del Arco, responsable de Río de Oro.

Con la llegada de los menores se pretende evitar que tengan que soportar temperaturas en los campamentos de refugiados de Tinduf que en verano oscilan entre los 45 y 55 grados. Asimismo, cada niño será sometido a un exhaustivo reconocimiento médico.