El Surne Bilbao Basket sigue teniendo, a falta de dos partidos para bajar la persiana de la temporada regular, posibilidades matemáticas de clasificarse para el play-off. Son tan remotas y dependen de tantas variables rocambolescas -que los hombres de negro ganen sus dos partidos, entre ellos el domingo en Murcia; que el Valencia pierda los tres que le quedan siendo uno de ellos ante el ya descendido Fuenlabrada y que los de Sito Alonso se impongan a domicilio al Barça en la última jornada para componer así un triple empate a 16 victorias- que es algo quimérico pensar en que puedan producirse, pero solo que existan da un tremendo valor a la temporada que están protagonizando los de Jaume Ponsarnau, un grupo humano al que no le sobraba de nada cuando estaba al completo pero que, además, ha sufrido severas lesiones de varios de sus principales pilares, obligando a constantes reconstrucciones internas y sobreesfuerzos que han consumido gran parte de su combustible, dejando su depósito en reserva en este tramo final de ejercicio.

Que exista aún un resquicio para disputar las eliminatorias por el título -esta misma noche puede esfumarse si los de Álex Mumbrú superan en casa al Real Madrid- no deja de ser un hecho anecdótico, pero el objetivo que se ha puesto el vestuario bilbaino en esta última parte del calendario, regresar el curso que viene a las competiciones europeas, sí que se mantiene muy vivo, más aún tras batir el miércoles al Río Breogán recuperando el average particular (83-66). Una victoria más podría bastar para echar el lazo a esas preciadas plazas nueve o diez que lo harían posible sin tener que disputar incómodas previas -todo sobre el papel, pues el reparto de los puestos continentales cambia cada verano- y para conseguirla quedan dos balas en absoluto sencillas: visita al UCAM Murcia, rival directo, y despedida y cierre frente al Unicaja en el Bilbao Arena. Dos éxitos serían sinónimo de meta alcanzada.

Con los murcianos novenos (15-17) teniendo que recibir aún al Bilbao Basket y visitar al Barça, los hombres de negro décimos (14-18), el Monbus Obradoiro 11º (13-18) pendiente de jugar a domicilio con Barça y Joventut pero con la bala de esperar en casa al descendido Fuenlabrada y el Breogán 12º (13-19) recibiendo en el Pazo al Baxi Manresa y bajando la persiana en Valencia, la barrera de los quince éxitos puede garantizar la décima posición. Eso sí, cualquier empate simple o múltiple que incluya a los de Moncho Fernández perjudicaría a los bilbainos, que bajarían en este último supuesto a la 12ª plaza como consecuencia de haber perdido los dos compromisos ante ellos.

RETOS

El primer reto enfrentará este domingo (12.00 horas) a los de Ponsarnau a su principal punto débil desde el pasado mes de diciembre: su incapacidad para ganar lejos de Miribilla, sin el plus de energía, confianza y acierto que les aporta jugar delante de su afición. El conjunto vizcaino suma ya diez derrotas consecutivas a domicilio ante rivales de todo tipo y condición y en esta ocasión rendirá visita a un UCAM Murcia que no solo se ha convertido en uno de los conjuntos más en forma de la Liga Endesa en este tramo final de curso (cinco victorias en sus últimas seis contiendas), sino que en su Palacio de Deportes encadena cinco éxitos, por lo que a los hombres de negro se les junta el hambre con las ganas de comer.

Y para cerrar la temporada regular, probablemente el martes 23 de mayo o el 24 miércoles, llegará a Bilbao el potente Unicaja de Ibon Navarro, vigente campeón de Copa y enfrascado este fin de semana en una Final Four de la Basketball Champions League que se disputa en su propio pabellón. El cuadro andaluz visitará el recinto de Miribilla un par de días después de jugar el domingo de la semana que viene el choque aplazado de esta 32ª jornada contra el Lenovo Tenerife, que podría ser su rival en la final que pondrá en juego el título continental y con el que pugna a brazo partido en la competición doméstica por la cuarta plaza de la tabla clasificatoria que permite tener el factor cancha a favor en la primera ronda de las eliminatorias por el título.