El Surne Bilbao Basket está de dulce. Sabe resistir los momentos de desacierto a base de despliegue defensivo y cuando entra en estado de gracia en ataque se muestra irresistible, desatado, cruel con sus rivales. Este domingo lo ha sufrido en sus carnes el Valencia Basket de Álex Mumbrú, un conjunto largo y multidisciplinal armado hasta los dientes que en esta ocasión, sin embargo, no ha tenido más remedio que hincar la rodilla en un Bilbao Arena en ebullición, que disfruta con el 4-0 global de su equipo en este intachable arranque de curso.

Se las prometía felices el conjunto visitante con el 45-53 a diez minutos del final, pero la fe de este Bilbao Basket mueve montañas. Su carácter rebelde le impide rendirse y, como en los anteriores choques, ha vuelto a dejar lo mejor para el final. Un excelente 26-12 en el acto final le ha permitido darle la vuelta al asunto y fabricar otro final agónico en el que ha vuelto a hacer gala de un instinto asesino inmisericorde. Parcial de 9-0 para pasar del 54-60 al 63-60 y, a partir de ahí, ejecución del rival con pulso de cirujano. Triple de Emir Sulejmanovic, renacido en la segunda mitad con cuatro dianas desde la larga distancia, triple de Adam Smith, su única canasta en todo el partido, a 28 segundos del final tras el ‘dos mas uno’ de Jasiel Rivero, un tormento para los interiores bilbainos, y dos tiros libres de Ludde Hakanson para dar carpetazo al asunto.

El mérito de los de Jaume Ponsarnau residió en la capacidad para aguantar los golpes de un enemigo de rango Euroliga pese a que sus dos referentes anotadores estuvieron anulados durante casi todo el partido. Francis Alonso no metió ninguna canasta en juego y sus seis puntos llegaron de tiros libres y se hicieron esperar hasta el tramo final del tercer acto. Y Smith estuvo muy bien controlado por los exteriores visitantes, pero como los ‘killers’ de verdad asumió el balón que más quemaba y lo metió. Pero ahí estuvieron Hakanson, Nikola Radicevic, Michale Kyser y, sobre todo, una gran defensa para mantener en pie a los anfitriones hasta el magnífico demarraje final.

Partido duro

El Surne Bilbao Basket arrancó el partido a rebufo de su rival en el luminoso. Sulejmanovic tardó menos de minuto y medio en enfilar hacia el banquillo con dos faltas personales y a los de Ponsarnau les costó muchísimo encontrar ventajas ante la pegajosa y enérgica defensa taronja, llegando a desperdiciar una antideportiva de Jonah Radebough sobre Xavi Rabaseda sin sacar ningún punto. Sin embargo, su aplomo y entrega en retaguardia hizo que solo Rivero se mostrara dañino en las filas de los de Mumbrú, con ocho puntos en otros tantos minutos. 

Con ese trabajo atrás, los anfitriones no le perdieron la cara al partido (6-10) y cuando la inspiración llegó a su juego atacante un explosivo parcial de 14-0 le permitió cerrar el acto inaugural doblando a su rival en el marcador. Abrió fuego un mate de Jeff Withey, siguieron dos triples de Hakanson y Denzel Andersson y Radicevic puso la guinda con un ‘dos más uno’ y un triple para convertir el 20-10 en realidad.

Como cabía esperar, el Valencia Basket no naufragó a las primeras de cambio. Víctor Claver lanzó el primer aviso con un triple y a pesar de que Radicevic intentó mantener el orden establecido a base de penetraciones (24-13) los taronja no tardaron en recuperar el terreno perdido de la mano de su segunda unidad. El Surne se quedó seco de puntos ante el aumento de intensidad de la retaguardia rival y el 24-22 a 6:37 del descanso obligó a Ponsarnau a detener la contienda. Poco mejoraron las cosas para los ‘hombres de negro’, que encima empezaban a sufrir en el rebote ofensivo. 

El Valencia Basket devolvió el parcial de 0-14 para pasar a dominar por 24-27. Álex Reyes, con un palmeo, y Hakanson, con dos tiros libres, trataron de taponar la vía de agua, pero los de Mumbrú exprimieron toda su profundidad de plantilla y recursos para alcanzar el ecuador de la contienda con un 30-34 a su favor. El parcial de 4-21 entre el 24-13 y el 28-34 hizo mucho daño a los anfitriones.

Con un 3 de 17 en tiros de campo en el segundo cuarto, un 38% hasta el descanso en lanzamientos de dos puntos y un 25% en triples, el Surne Bilbao Basket echaba de menos los puntos de Smith y Alonso, aún por estrenarse, y pagaba sus nueve pérdidas, mientras el público de Miribilla centraba su descontento en la actuación del trío arbitral.

Resistencia

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En la reanudación, el Valencia Basket, de la mano de Chris Jones, amagó con romper el partido (30-38), pero Sulejmanovic, con dos triples, ponía fin a su particular gafe de cara al aro y mantenía a los suyos vivos. Sin embargo, el Surne Bilbao Basket, con escaso acierto, caminaba sobre el alambre mientras que los de Mumbrú cada vez jugaban más cómodos y fluidos. Un triple de Xabi Lopez-Arostegi proporcionó a los visitantes su primera y única renta de dos dígitos (37-47) y a pesar de los seis tiros libres encestados por Alonso el 45-53 a diez minutos del final dibujaba un panorama áspero para los intereses de los ‘hombres de negro’.

Kyser y Reyes abrieron el acto final con dos mates, Miribilla ganó temperatura y las constantes vitales del encuentro cambiaron radicalmente. Rivero se quedó solo en labores ofensivas para los de Mumbrú y otro triple de Reyes y un nuevo mate del pívot estadounidense obligaron al Valencia Basket a parar el duelo con el 54-55 a 6:42 del final. Intentaron los visitantes otra fuga (54-60), pero entre Hakanson, Sulejmanovic y Withey plantaron un 9-0 para fabricar un final de partido taquicárdico: 63-60 a falta de 2:33. Falló Prepelic, falló Hakanson, sacó una falta en ataque Rabaseda, cayó en la misma trampa Smith en el otro aro… Otro triple de Sule hizo soñar con la victoria con el 66-60 a un minuto del final, pero Rivero devolvió la moneda con un ‘dos más uno’. Cuando más quemaba la bola, Adam Smith borró todo su anterior desacierto, asumió un triple complicadísimo y en el momento en el que el cuero besó la red el partido no tenía ya vuelta atrás. Hakanson echó la rúbrica final y el Surne Bilbao Basket sigue volando desatado, a lomos de una fe que mueve montañas.