Las últimas salidas ligueras del Athletic, con mención especial a la del lunes de la semana pasada, donde los leones no pasaron del empate a cero, y gracias, frente al colista de la categoría, que tras 25 jornadas aún sigue sin conocer la victoria, habían suscitado algunas dudas en el entorno. ¿Lógicas? A saber, si bien puesto a analizarlas al detalle podrían catalogarse de excesivas, especialmente porque lo que frente al Cádiz y el Almería se ha traducido ahora en dos puntos es muy probable que en temporadas previas se hubieran convertido en sendas derrotas. Pero este Athletic parece estar hecho de otra pasta, hasta la fortuna le sonríe, y si tiene que jugar ante su público olvida rápidamente el pasado más reciente y no falla. Tampoco anoche frente al Girona, un equipo al que en esta liga solo había sido capaz de ganar el Real Madrid, que lo hizo en Montilivi y la pasada semana en el Bernabéu. Claro que la alegre tropa de Míchel aún no había pisado San Mamés y eso, al menos esta campaña, son palabras mayores.
El Athletic se reencontró con su mejor versión, esa que ha ofrecido de manera puntual en prácticamente todas sus actuaciones en La Catedral. Ha habido salvedades, claro, pero sobran dedos de una sola mano para contarlas. Agresivo y coordinado en la presión; pero también afinado con el balón en los pies, sin duda esta última una faceta en la que había estado más gris en sus últimas citas, el conjunto rojiblanco impidió correr al Girona, un equipo alegre, al que le gusta la efervescencia en el juego, y que durante muchos minutos amasó el balón sin saber qué hacer. Sin ritmo y con el Athletic obligándole en cada acción, los pupilos de Ernesto Valverde aprovecharon casi todos los errores en la salida del balón de su rival para lograr tres goles y terminar llevándose los tres puntos en un encuentro que para nada defraudó a las expectativas que se habían creado en torno al mismo.
En la previa, Txingurri habló de que la cita frente al conjunto catalán, que sigue segundo y al que el Athletic ve ahora a una distancia más asequible, aunque aún les separan siete puntos en la clasificación, tenía una trascendencia mayor que el mero reparto de puntos. El técnico admitió que tanto el choque contra el Girona como el del domingo ante el Betis, otro equipo que aspira a entrar en Europa, suponen “oportunidades” para sus futbolistas para medir su capacidad de competir en choques importantes. La primera prueba, pese al sufrimiento final, la superó con nota el Athletic, que tendrá mucho terreno ganado dentro de nueve días si es capaz de competir al mismo nivel.
Esa fue la parte intangible, nada desdeñable, por cierto, pues el primer paso para ganar es saber cómo hacerlo, pero si acaso la parte tangible dejó un regusto más dulce. La clasificación manda, también los puntos, y el conjunto rojiblanco dio anoche un golpe sobre la mesa en su afán por volver a Europa. Ahora, la cuarta posición que ocupa el Atlético asoma a solo dos puntos; mientras que por detrás, la Real Sociedad y el Betis se alejan a nueve y diez puntos, respectivamente.
Al abrazo de San Mamés, los leones no fallaron. Sin Nico Williams y Oihan Sancet en el once, a quienes Valverde prefirió reservar para minimizar riesgos, Alex Berenguer, Iñaki Williams e Iñigo Ruiz de Galarreta recuperaron las sensaciones de otros partidos. Y con el citado trío de vuelta a un gran nivel, así como otra nueva exhibición de Beñat Prados y Dani Vivian, todo fue más sencillo para el conjunto rojiblanco en una noche redonda. Por cierto, ya van siete victorias seguidas en liga en San Mamés.
La cifra
7
Son los goles, en otros tantos encuentros, que ha conseguido el Athletic esta temporada en liga antes del minuto 15 del partido. Además de Alex Berenguer anoche frente al Girona, Iñaki Williams (Osasuna y Granada), Yuri Berchiche (Almería y Mallorca), Gorka Guruzeta (Almería) e Iñigo Ruiz de Galarreta (Villarreal), también vieron puerta antes del primer cuarto de hora del partido.
