Esta noche en San Mamés, frente a frente, las dos sorpresas más agradables del campeonato. Sin duda que el Girona encabeza el ránking de halagos gracias a la rentabilidad que ha extraído de su peculiar modo de entender el juego, pero el salto protagonizado por el Athletic respecto a años anteriores merece asimismo una reseña singular. Fútbol valiente, desacomplejado, atractivo para el espectador y todo ello en dosis generosas, pues pronto se cubrirán casi dos tercios del calendario. Este dato reafirma la consistencia de los proyectos que tienen a gala haber alterado el orden jerárquico vigente en el último lustro.

Ambos se han instalado por derecho entre los mejores equipos de la liga y la obtención de plaza continental asoma como una probabilidad bien fundamentada. Desde luego, muy mal les debería ir a los catalanes para verse apeados de la zona noble en mayo. Los diez puntos de ventaja sobre el Athletic, que es quinto, les concede un margen de seguridad más que suficiente. Ayer, su entrenador se atrevió a sugerir por vez primera que veía asequible la Champions, eso sí, siempre y cuando ganasen en Bilbao. “Le sacaríamos trece puntos al quinto clasificado a falta de trece jornadas”, apuntó un Míchel que no se sentará en el banquillo porque cumple el segundo partido de la sanción que ya le impidió dirigir a los suyos desde la banda en el Bernabéu.

Pero también la candidatura rojiblanca emite síntomas esperanzadores. En su caso, aunque todavía quedaría la parte decisiva del torneo de la regularidad, serán cruciales los resultados de sus compromisos correspondientes al mes en curso y al siguiente, pues se cruzará con varios de los rivales más potentes, según lo que indica la tabla: Girona, Betis, Barcelona, Las Palmas y Real Madrid, en ese orden. Sin contar que a finales de febrero afronta la vuelta de semifinales de Copa con el Atlético de Madrid.

De cara a la cita de hoy, Valverde confía en que se produzca el regreso de Nico Williams y Guruzeta, pareja de fijos en el ataque. El extremo ha faltado en dos convocatorias, se ha optado por no arriesgar lo más mínimo con él, y el ariete, una, pero como estos días han podido entrenar con el resto se supone que reaparecerán. El estado de Sancet plantea más incertidumbre, si bien el técnico le espera, sabedor de la influencia que ejerce en la construcción y la culminación.

Disponer del cuarteto ofensivo que tanto ha contribuido a disparar las estadísticas rematadoras, se antoja una baza no solo interesante sino muy oportuna, por la entidad del visitante. Es evidente que el formidable balance en campo propio, en gran medida descansa en la eficacia exhibida en los metros finales. De los 42 que constan en el casillero del Athletic, 31 llegaron en casa. Un desequilibrio patente que, por ejemplo, se manifiesta en este detalle: de los nueve que llevan la firma de Guruzeta, hasta la fecha el hombre más acertado de la plantilla, solo uno se contabiliza a domicilio.

MAS CAMBIOS

A falta de confirmación o de pistas, dado que Valverde fue fiel a su conocido hermetismo, hay otras novedades a considerar. Así, en la línea defensiva, no causaría extrañeza que Lekue relevara a De Marcos en la banda derecha o que Paredes, que acumula tres actuaciones consecutivas, descansara para que entre Vivian a formar dúo con Yeray. Además, en la zona ancha es previsible que se junten de nuevo Galarreta y Prados, fórmula empleada en los recientes triunfos sobre Mallorca y Atlético de Madrid. El once inicial no diferirá del que sigue: Simón; Lekue, Vivian, Yeray, Yuri; Galarreta, Prados, Sancet; Iñaki Williams, Guruzeta, Nico Williams.

En las filas del Girona se anuncian variantes, una obligada por tarjetas: el brasileño Yan Couto cederá su puesto en el lateral a Arnau. Míchel baraja tres altas más. En principio, dudosa la del veterano David López, baja desde enero, pero casi seguras la del no menos curtido Blind en la zaga y la del internacional venezolano Yangel Herrera en el centro del campo.