Se esperaba un Cádiz con las líneas replegadas en su visita a San Mamés y así fue. Tuvo que picar piedra el Athletic para adjudicarse la victoria en un partido en el que fue superior de principio a fin, pero en el que se topó en dos ocasiones con el larguero de la portería gaditana antes de adelantarse en el marcador en la segunda mitad. Coleccionó ocasiones de gol de todos los colores el conjunto rojiblanco hasta que Gorka Guruzeta y Asier Villalibre, nada más ingresar en el terreno de juego, dijeron basta. Iñaki Williams, en la rebelión de los delanteros, puso la puntilla, si bien fue en el minuto 67 cuando acabó realmente la resistencia de un rival que se mantuvo a flote en un primer acto en el que bien pudo irse al descanso con uno o dos goles de desventaja.

Al margen de Sancet, quien estrelló dos balones contra la madera y tuvo una tercera opción de marcar tras la reanudación, el que más lo intentó desde el pitido inicial fue un lanzado Guruzeta. El donostiarra, enrachado, sumó su tercera diana del curso para convertirse en el máximo goleador del Athletic en solitario. Supera el ariete los dos tantos de Mikel Vesga, ambos desde el punto de penalti en el encuentro ante el Betis, y de un incisivo Iñaki Williams que vio portería frente al Cádiz por segunda vez en la temporada después de vacunar también a Osasuna en El Sadar. El zarpazo de Unai Gómez contra el Betis completa la nómina de goleadores de un equipo que dio un doble motivo de satisfacción a Ernesto Valverde al sacar adelante el partido frente al cuadro andaluz y proyectar como goleadores a tres de los cuatro futbolistas que figuran en la plantilla con posibilidades de ejercer como referencias ofensivas en el frente del ataque.

El único de los cuatro que se quedó sin minutos fue Raúl García. No recurrió a sus servicios el técnico, quien concedió la cuarta titularidad consecutiva a Guruzeta. Respondió con otro gol el guipuzcoano a centro de Óscar de Marcos. Antes, en la primera parte, pudo marcar con un testarazo que salió demasiado centrado y otro que se marchó desviado. No parecía la tarde del ‘12’ del Athletic, hasta el punto de que Villalibre se había despojado ya de la ropa de calentamiento para saltar al verde en la acción previa al 1-0. Fue entonces, en la que se intuía la última jugada con Guruzeta en el campo, cuando el donostiarra irrumpió en el área rival para ganar el segundo palo, aprovechar una salida en falso de Jeremías Ledesma y poner el partido cuesta abajo.

Celebración y sustitución. Villalibre a escena y en el primer balón que olía el gernikarra, a la cazuela. Cabezazo cruzado como recurso tras un desvío en el área y 2-0. Los dos delanteros con el colmillo afilado, una inmejorable noticia de cara a citas venideras a la que quiso sumarse Iñaki Williams. Con su hermano lesionado en la grada, el ‘9’ se valió de una asistencia con la cabeza del propio Villalibre para cerrar definitivamente el partido.

Al término del encuentro, en sala de prensa, Guruzeta reconoció que sintió un alivio al firmar el 1-0 y quiso escapar de los elogios hacia su persona por sumar tres goles en las cinco primeras jornadas. “Los delanteros jugamos en una posición en la que se nos pide hacer goles y estamos contentos de sumar”, remarcó el donostiarra, quien agregó que “hacer gol es bueno para el equipo y estoy contento de que haya marcado también Asier; ojalá pase más veces”. Respecto a si se ha ganado definitivamente la titularidad, Guruzeta, que encabezó la rebelión de los delanteros, se limitó a apuntar que “entreno para ser titular todos los días, ayudar al equipo y si me toca jugar, intentar hacerlo lo mejor posible”.