La Nochebuena está presente desde los primeros días del mes de diciembre en Euskal Herria. Para los más txikis, el Olen-tzero forma parte de sus tradiciones y quienes los rodean se enfocan en que estos pasen unas navidades entrañables.

Bien sea Bizkaia, Gipuzkoa o Araba, se sirven los tradicionales platos. Algunos prefieren carnes criadas en tierra como pollo, cordero o embutidos y otros optan por alimentos extraídos del mar como langostinos, caracoles o pescados como bonito y bacalao. Además, desean acompañar estas fechas con postres de toda la vida que van a la perfección con los platos salados.

Muchos postres van de la mano de la intxaursaltsa, en la cual prima el sabor a nueces. Otros agregan el mítico pastel vasco a la mesa.

En el caso de Eugenia Guezuraga, las Navidades están marcadas por la presencia de su hija y nietas que vienen a visitarla el día 25. Se reúnen en su acogedora casa situada en Barrika para degustar un menú que Eugenia lleva preparando días antes.

“Comenzaremos con unas endivias con queso roquefort y un poco de paté, nada muy complicado”, agrega Eugenia, como si el resto del menú fuera cosa fácil. “Luego, por petición de mi hija, preparararé una pularda al horno con una salsa de frutas del bosque con uvas negras y blancas, hecha en el wok”, comenta Eugenia.

La comida del domingo la acompañará con una tarta de queso “porque a mis nietas les encanta. Es un momento para estar en familia y disfrutar de la comida”, dice esta vecina de Barrika. La cena de Nochebuena será más suave: “No faltará el caldo”. Eugenia señala que los platos van variando cada Navidad, no es siempre el mismo menú.