ALIENTE futbolista profesional australiano: Como no podía ser de otro modo, me uno al inmenso aplauso que ha recibido por dar un paso adelante y contar con toda naturalidad que es gay. Lo tremendo viene al pensar que un gesto así siga siendo noticia hoy en día y más, si la declaración viene de un deportista de élite. No deja de ser desazonador al tiempo que ilustrativo que el deporte, y más particularmente el fútbol, siga siendo una caverna oscura donde no solo no se respeta el modo de cada cual de vivir sus afectos, sino que se usan para denigrar al contrario, Desde la grada y, para mayor desgracia, desde el mismo campo de juego en labios de un rival. Me temo que le tocará sufrirlo, aunque espero y deseo que ya no le afecte demasiado.