IOLADOR convicto, ahora también confeso y, según dice, arrepentido: Como sabemos por circunstancias muy presentes todavía en nuestra sociedad, el reconocimiento del daño causado y la petición de perdón son terrenos muy resbaladizos. Como en última instancia se trata de cuestiones profundamente íntimas, es complicado, arriesgado y quizá hasta injusto aventurarse a determinar si son acciones impulsadas por la sinceridad. En su caso, no hay más que leer la carta que envió a la Audiencia de Navarra para tener claro que lo único que ha hecho es firmar el texto de plantilla que le dio su abogado. Busca, simplemente, que le aligeren el tiempo y las condiciones de estancia en la trena. Por desgracia, hemos visto demasiados casos iguales.