Maite Galdeano la lía con juguetes sexuales y obliga al 'Deluxe' a cortar la emisión

Si alguien aguantó viendo Sábado Deluxe hasta las dos de la madrugadaSábado Deluxe habría visto un extraño final en el que se cortó el programa de forma muy abrupta y entre gritos de Jorge Javier Vázquez. La razón fue la conexión final que hubo en el programa nocturno de Telecinco y que ya se veía que no iba a resultar muy tranquila.

El Deluxe decidió enviar a Belén Rodríguez y a un cámara a la nueva y espectacular mansión que se han construido Kiko Jiménez, que estaba en el plató, y Sofía Suescun, que está vetada por Mediaset (por no querer firmar con la agencia de representación de la mayoría de estrellas de la cadena) y a la que no se nombró en ningún momento. La idea era que la colaboradora juzgara la decoración de la casa, situada en una lujosa urbanización de las afueras de Madrid y la intentara mejorar.

¿Y quién estaba esperándoles cuando llegaron? Maite Galdeano, la madre de Sofía Suescun y que la lía allá donde va. Y en este caso no fue menos. La exconductora de autobús, que hacía meses que no aparecía en televisión, quiso aprovechar el momento y fue directa a enseñar el rincón más íntimo de la casa: el vestidor, en el que abrió directamente los cajones en los que se encontraban numerosos objetos y juguetes sexuales tanto para Kiko como para Sofía, y que el andaluz explicaba con total naturalidad desde plató.

Y claro, si había juguetes Maite Galdeano tenía que jugar. La navarra agarró un vibrador y un satisfayer y simuló que los estaba utilizando, mientras Jorge Javier Vázquez, consciente de que se le estaba yendo de las manos, aunque sin ganas de parar, le gritaba: "¡Maite, que nos quitan el programa!".

Por si fuera poco, después aparecía en pantalla Cristian Suescun, hijo de Maite y hermano de Sofía, provocando el estupor de Jorge Javier: "¡Uy, Cristian, quita, qCreo que tenemos que cerrar la conexión", decía el presentador desde plató. Y segundos después el programa se fundía a negro y terminaba de forma abrupta sin que nadie se despidiera.