Tres mil años después de su extinción en Australia, los demonios de Tasmania han vuelto a nacer en el entorno salvaje del país. Han sido un total de siete crías, conocidos como ‘joeys’, que han nacido en el Santuario de Vida Silvestre de Barrington, en Nueva Gales del Sur, ha explicado la ONG australiana Aussie Ark en un post de Instagram.
El demonio de Tasmania, también conocido como diablo de Tasmania, es una de las especies más icónicas del planeta y le debe su nombre a la isla australiana a la que llama hogar. La llegada de especies como el dingo (Canis lupus dingo) hace más de tres milenios, expertos cazadores en manada, hizo que estos marsupiales se extinguiesen en la Australia continental y que sus poblaciones se redujesen únicamente a la isla de Tasmania, situada en el extremo sur del país.
Con una población en declive y en peligro de extinción, la especie ya había sido introducida en la Lista Roja de Especies Amenazadas que elabora la IUCN, pero la caza y el surgimiento de un tipo de cáncer facial contagioso (Devil Facial Tumor Disease) que solo ataca a los demonios de Tasmania ha hecho que la población de estos marsupiales se haya reducido en un 90%, con tan solo 25.000 ejemplares en la actualidad.
Este tumor es único en el mundo y tiene la capacidad de transmitirse entre los ejemplares de esta especie, por lo que hace más de diez años saltaron todas las alarmas y Aussie Ark comenzó a trabajar para tratar de dar una alternativa sostenible a estos carnívoros australianos.
En vista de la situación, la organización Aussie Ark reintrodujo 11 demonios de Tasmania en su hábitat natural, en la Australia continental. Un hecho que se realizó tras una prueba en la que contaron con 15 individuos de esta especie, lo que provocó que el total de estos demonios de Tasmania ascendieran hasta los 26. Meses después de esta liberación, las criaturas se han reproducido con éxito, multiplicando el número total de animales de esta especie.
25.000 ejemplares en Tasmania
"Llevamos más de 10 años trabajando para devolver a los demonios a la naturaleza de Australia continental con la esperanza de que establezcan una población sostenible. Una vez de vuelta, todo dependía de ellos", dijo Aussie Ark en un comunicado. "Los habíamos observado desde lejos hasta que llegó el momento de intervenir y confirmar el nacimiento de nuestras primeras crías salvajes. Fue increíble”.
"Hemos sido capaces de devolver históricamente al demonio a tierra firme, y hoy es otro hito completamente", dijo Tim Faulkner, presidente de Aussie Ark, en un vídeo publicado en Instagram. Según la organización tan solo quedan 25.000 individuos de esta especie en estado salvaje en la isla de Tasmania. Estos demonios son los marsupiales carnívoros más grandes del mundo y son depredadores autóctonos. Además, también son carroñeros, lo que ayuda a mantener su entorno libre de enfermedades.