LA creatividad se plasma de diversas maneras y con diferentes materiales; en papel, en tela, en piel, con flores... Lo importante es buscar ese espacio en el que uno se sienta feliz y pueda dar rienda suelta a un trabajo que a la vez sea pasión. El Palacio Euskalduna ha acogido estos días la feria Selected en el que han participado artistas, mentes creativas y diseñadores de las industrias creativas. La tatuadora italiana Eva Coletta y la especialista en arte floral, Sonia Wei, participaron el viernes en este encuentro en la que se han dado cita personas que trabajan en diferentes sectores especializados del arte, muchos de ellos estudiantes. “El sentido del éxito es dedicarte a lo que te gusta”, lanzó Sonia Wei en su intervención.
Wei Arte Floral nace de la experiencia de más de 20 años en este creativo mundo del arte floral. La sensibilidad y creatividad orientales de sus raíces -su padre es chino- se funden con los aires mediterráneos donde nació, Palma de Mallorca. “Llegué a este mundo por casualidad. Ni cuidaba, ni sentía un especial interés por las plantas y flores, pero de repente el camino me llevó a descubrir qué era lo que me gustaba. Muchas veces te dedicas a algo, pero terminas haciendo otra cosa completamente diferente”, apostilló.
Sonia ha podido disfrutar trabajando para otras floristerías durante años y después como autónoma encargándose del proyecto de decoración y mantenimiento de One Ocean Marina Port Vell, Barcelona. Pero como todo en la vida, hay un momento en el que descubres que estás preparada para continuar el camino sola, para enfrentarte a nuevos retos sin miedos. “Hay que ser valiente, sí, pero merece la pena probar. Hay que atreverse y experimentar”, comentó.
Eva Coletta, (Medusa Tattoo) lleva 27 años dando forma a obras de arte en piel. Ella tiene tatuado el 85% de su cuerpo y no tiene intención de parar. “Es más que una moda. Una vez que descubres que no es tan doloroso y que lo aguantas te vas metiendo en el mundo”. Coletta nació y se crió en una familia de artistas ubicada en el norte de Italia por lo que desde su infancia estuvo rodeada de un ambiente de creatividad e imaginación: “Siempre tuve claro a lo que me quería dedicar”, expuso. Con apenas 14 años para familiarizarse con las máquinas empezó a tatuar cuerpos de pollos y de cerdos. “Después me tatué yo y pasé a mis amigos”, comentó. La tatuadora italiana afincada en Barcelona asegura que dedicarse a esta profesión siendo mujer no ha sido tarea fácil. “No hay muchas mujeres tatuadoras. Las cosas han cambiado, pero es una profesión que siempre ha estado liderada por hombres”, dijo. Las personas le solicitan complejas creaciones que fuerzan a Eva a trabajar duro en nuevos conceptos pero a la vez muy motivadores. “La gente te marca retos y me gusta”, apunta.
Sonia encuentra la inspiración en diferentes cosas, nunca parte de una idea preconcebida: “De repente veo algo, me gusta y comienzo a crear. La época del año en la que estamos suele ser una buena base para dar forma a las diferentes composiciones”, aclaró.
Encuentros como la feria Selected se convierten en un espacio donde las personas que trabajan la inspiración como herramienta puedan encontrarse y compartir experiencias. “Los artistas somos unos incomprendidos. No todo el mundo se tiene que dedicarse a la ciencia. Hay personas con mucho talento a las que les faltan oportunidades para desarrollarse”, destacaron.