Un rostro sin rastro de arrugas de expresión en Teringel

E L envejecimiento o senescencia es el conjunto de modificaciones morfológicas y fisiológicas que aparecen como consecuencia de la acción del tiempo sobre los seres vivos. Un proceso en el que colaboran factores ambientales y comportamentales. Así, a partir de cierta edad comienzan a aparecer las arrugas, a modo de pliegues, que pueden ser superficiales o profundas. Ello debido a que “con el paso de los años disminuye la renovación celular, la piel pierde densidad, se deshidrata y desaparece su elasticidad. Es decir, al desaparecer la grasa de la capa subcutánea que dota de tersura a la piel, la epidermis se empieza a deteriorar, la piel se afina y se forman las arrugas”, según explica la directora de Teringel Belleza, Cristina Marín. La dermis tiene la propiedad de la elasticidad gracias a unas fibras denominadas elastina, que hacen que la piel se vea y se sienta joven. También contribuye a prevenir las arrugas una proteína de la epidermis denominada colágeno. Ambas son, por tanto, las principales proteínas encargadas de dar a la piel su elasticidad y firmeza. Y la aparición de arrugas está asociada a la pérdida de estos componentes con el tiempo. Los signos de envejecimiento empiezan a notarse ya a los 20 años, con la aparición de las primeras líneas de expresión, que se profundizan alrededor de los 40 y ya para los 50 o 60 años se asientan las arrugas.

PROCESO El envejecimiento es intrínseco y extrínseco. El primero es el referido al proceso de envejecimiento natural que tiene lugar a lo largo de los años, independientemente de las influencias externas. A partir de los 20 años, la piel de una persona produce alrededor del 1% menos de colágeno cada año. Como resultad ose vuelve más delgada y más frágil con la edad. También disminuye el funcionamiento de las glándulas sudoríparas y oleosas, con lo cual, hay menos producción de elastina y menos formación de GAGs (glicosaminoglicanos). En cuanto al envejecimiento extrínseco, es el causado por la exposición al sol, la contaminación, los hábitos de vida (el peor, fumar), la pérdida de vitamina E y los cambios bruscos de peso, como recuerda Cristina Marín.

SOLUCIÓN ADAPTADA A CADA CASO Para quienes deseen eliminar las arrugas de expresión y solucionar este problema sin agujas ni cirugía, Teringel Belleza tiene la solución. Siempre con un diagnóstico previo, totalmente gratuito y sin compromiso, resuelven este problema estético por medio del tratamiento adecuado a cada caso. Porque, “evidentemente, no se trata lo mismo una profundidad de arrugas que otra”, indican desde este centro de estética ubicado en Barakaldo. Dependiendo de la profundidad de la arruga se aplican diferentes tratamientos, como distintas clases de láser. Ello en ocasiones combinado o mezclado con algún tipo de radiofrecuencia. No obstante, según argumentan sus profesionales, “las arrugas de la frente son siempre transversales y entonces ahí no hay complicación, no hay que atender a la dirección de la arruga. Además, normalmente no suele haber flacidez”. Una de las grandes ventajas del tratamiento de Teringel es que se puede hacer vida normal, porque no va a haber inflamación ni hematomas.

EFECTO DURADERO En todos los tratamientos, el trabajo se hace a nivel de dermis, con lo cual no hace falta mantenimiento. Así surge una alternativa al Botox con la ventaja de que el efecto es duradero. “Se rellena la arruga a nivel de epidermis para que esa profundidad sea menos visible y si la arruga no es muy profunda, desaparece totalmente”, detallan en Teringel, al tiempo que resaltan que “el relleno se hace a nivel de epidermis, sin infiltrar. Trabajamos encima de la arruga rellenándola. Nosotros no utilizamos agujas sino un láser que no toca la piel”. En su laboratorio propio pueden hacer distintas concentraciones de ácido hialurónico acordes con la necesidad, en función de la profundidad de la arruga. “Esta sustancia se extiende por todas las arrugas a tratar y a continuación se pasa el láser para que vaya penetrando en la profundidad de las arrugas”, detalla Cristina Marín, satisfecha con los resultados obtenidos de este modo. Con todo ello se gana en naturalidad y no se altera la expresión del rostro. “Sigues siendo tú pero con menos arrugas y sin perder expresividad. El resultado es natural, como demandan cada vez más nuestros clientes”, confirma esta experta con más de 40 años de trayectoria profesional en su centro de belleza. En Teringel atienden las necesidades de cada cliente con la aparatología y productos adaptados a cada cual. Así, para las arrugas de expresión masculinas disponen de máquinas especiales, ya que su piel difiere de la femenina, al ser más gruesa, por lo que requiere diferentes programas de tratamiento. ?