aLONSOTEGI, localidad vizcaina cuya población apenas llega a los tres mil habitantes y antiguamente perteneciente a Barakaldo, ofrece, en la comarca de Enkarterri, una amplia riqueza paisajística que anima al visitante a realizar paseos e itinerarios por su entorno, también rico en flora y fauna. Asimismo, cuenta con un amplio patrimonio religioso.
Asentada en el pasillo que forma el río Kadagua entre los montes Sasiburu, Ganekogorta y Pagasarri, Alonsotegi se erige como una de las localidades más montañosas del herrialde vizcaino (el 95% de sus 21 kilómetros cuadrados son elevados) y con unos paisajes ideales para la práctica del senderismo.
Su llamativa y su pronunciada orografía, cuyas cotas oscilan entre la altura mínima de unos 50 metros sobre el nivel del mar del núcleo urbano y los casi mil del monte Ganekogorta, ofrece la posibilidad de realizar diferentes itinerarios, como el de Zamundi y Azordoiaga, a través de los cuales se divisan paisajes de gran belleza.
La ruta de minas y seles ofrece al visitante un paseo por las laderas montañosas del macizo de Ganekogorta. Viejas minas, milenarias piedras, míticas fuentes y nuevas plantaciones dan a conocer el pasado y presente de este paisaje.
Quizás más conocida incluso es la ruta por Peñas Blancas, un paseo por viejos caminos que acerca al cordal de Sasiburu, donde se puede disfrutar de unas espléndidas vistas sobre los valles del Kadagua, de El Regato y del Ibaizabal-Nerbioi.
También se pueden realizar agradables paseos recorriendo las numerosas ermitas que existen en esta localidad vizcaina, como la de San Martín, Santa Quiteria o Nuestra Señora de la Guía, que forman parte del patrimonio artístico de Alonsotegi. En el centro urbano destacan, entre otros edificios, la iglesia parroquial de San Bartolomé y el grupo de viviendas obreras de Barrenkalea, construidas en la primera mitad del siglo XX tras del auge minero e industrial de la zona.
Pequeño conjunto en hilera, forman estas viviendas cuatro unidades de agrupaciones bifamiliares. A diferencia de otros grupos, tienen un carácter monumental, tanto debido a la imponente cubierta dos aguas, como al porche central de acceso en forma de arco, que sirve a cada doble unidad y remite a los baserris.
Otros lugares El desarrollo de Alonsotegi se debe, en gran parte, al trazado del ferrocarril y de otras vías de comunicación. Como alternativa a la antigua calzada real se erigió en el siglo XIX La Venta de La Cruz, con servicio de mesón y cuadras. Cerca de ella, y también en el barrio de Arbuio, encontramos la construcción neoclásica de la casa de Aldanondo.