londres - A los 96 años, el duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II, pasó ayer revista a tropas de la Marina Real británica en el que fue su último compromiso oficial como miembro de la familia real. El príncipe Felipe anunció en mayo su intención de poner fin a su vida pública en este desfile benéfico frente al palacio de Buckingham, un paso atrás que dará más visibilidad al príncipe Carlos, su primogénito y heredero al trono, de 68 años, y a los príncipes Guillermo y Enrique. El duque representó por primera vez a la monarquía británica el 2 de marzo de 1948, cuando asistió a un combate de boxeo en el Royal Albert Hall de Londres. Desde entonces, ha ido a miles de compromisos oficiales, muchos como acompañante de Isabel II y otros en solitario, a la cabeza de organizaciones sin ánimo de lucro. Es patrón, presidente o miembro de más de 780 organizaciones, con las que seguirá estando asociado, aunque no desempeñará un papel activo.
salud Si bien no aceptará más invitaciones públicas, su portavoz aclaró que podría acompañar en determinados compromisos a su esposa, con la que lleva casi setenta años casado. El duque goza de una salud relativamente buena, aunque ha estado hospitalizado en diversas ocasiones los últimos años. El marido de Isabel II, que sirvió en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial, asistió al acto como capitán general del cuerpo. Frente a él desfilaron marines que participaron en 1664 Global Challenge, eventos y pruebas de resistencia en los que se recogen fondos para organizaciones de caridad. El programa rendía homenaje a una fuerza de respuesta rápida que el Ejército británico fundó en 1664.
El duque saludó durante el desfile a los marines y levantó su sombrero en respuesta a los vítores en su honor. “Es un momento histórico porque es el último compromiso real del duque y la Marina forma parte de él. Es un absoluto honor”, dijo el cabo Jamie Thompson, de 31 años, que recorrió 1.664 millas (2.677 kilómetros) a pie como parte de los actos para recaudar fondos.
Felipe de Mountbatten, duque de Edimburgo, conde de Merioneth y barón de Greenwich, es el consorte más longevo de la monarquía británica. Contrajo matrimonio el 20 de noviembre de 1947 con la actual reina, designada cinco años después soberana británica y jefa de Estado de 17 países de la Commonwealth.
El duque vivió su annus horribilis en 1992 con las rupturas matrimoniales de sus hijos Ana, Andrés y Carlos. Sufrió además en 1997 el impacto de la muerte en un accidente de automóvil de Diana, exesposa de Carlos.
Nacido en 1921 en la isla griega de Corfú, está emparentado con varias casas reales, entre ellas la danesa, la griega, la noruega, los Romanov en Rusia y los propios Windsor, pues es primo lejano de su esposa, a la que conoció con 18 años. Al casarse, cambió de nacionalidad, de religión y de apellido -adoptó el materno de Mountbatten-, y renunció a sus derechos de sucesión en Dinamarca y Grecia.