eNCAJADO entre el Cantábrico y las montañas de Zumaia, Deba y Mutriku, el Geoparque de la Costa Vasca es un espacio de excepcional interés geológico y visualmente arrebatador cuando la marea baja deja al descubierto el flysch. Las visitas guiadas a la zona, para conocer su geología, biología, 13 kilómetros de acantilados y los pastos cercanos, se han puesto en marcha este mes, tanto a pie como en barco. Y hay actividades infantiles también.
La distribución de los estratos de esta área, denominada flysch, es ya un importante reclamo turístico y también para los especialistas, ya que “permite conocer algunos de los episodios más impresionantes de la historia de los últimos 60 millones de años del planeta, incluyendo el gran cataclismo que acabó con la era de los dinosaurios”, explican desde Geoparkea.
El programa de visitas es muy amplio aunque la principal lleva el nombre de Flysch esencial. Se realiza los fines de semana y ofrece, en un trayecto de una hora, un paseo en barco para descubrir el flysch y sus acantilados desde el agua. Su precio es de 15 euros. También se incluye la denominada Salida ecológica, que se realiza los sábados. Primero a pie, luego en barco, un guía especializado acercará al visitante al mundo de los geólogos con análisis de las rocas.
El programa de visitas incluye también la Rasa Mareal, de carácter biológico, que se realiza con marea muy baja y se centra en la variedad de especies de la zona, así como otra denominada Lastur en familia, en la que los txikis muelen maíz en un molino, hacen talos y disfrutan de jugos tradicionales vascos, y sendas rutas centradas en los fósiles (con visitas al Centro Nautilus y las Siete Playas) y el flysch negro, con visita a pie por la playa y paseo de Deba para descubrir los fondos marinos más antiguos del geoparque.
Toda la información sobre el calendario y reservas está en la web del geoparque, que ofrece también variantes para alojarse y comer en las tres localidades guipuzcoanas.