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[Fotos:] 18 de julio y banderas españolas... de ficción en Getxo

Getxo se descolocó ayer al ver en Algorta símbolos franquistas utilizados para el rodaje de una película

[Fotos:] 18 de julio y banderas españolas... de ficción en Getxo

¿QUIÉN es el (aquí iría un calificativo que mejor omitimos) que está celebrando el 18 de julio?”. La pregunta, que aglutina enfado y desconcierto (aunque el cabreo pesa más en la balanza?) corresponde a un vecino de Getxo que ayer por la mañana pasó por la plaza San Nicolás y vio una bandera española de tamaño considerable colgada del balcón de la biblioteca municipal. Un Viva España en la franja gualda y otras dos banderitas acompañaban a esta peculiar estampa del centro de Algorta, que tenía también una réplica similar en el Puerto Viejo. Allí, incluso, en una enseña se leía: Viva Franco.

Resulta que un cúmulo de casualidades pintó este momento en Getxo. En el día en el que se cumplían ochenta años del inicio de la Guerra Civil, los responsables de la película La higuera de los bastardos rodaban en el municipio unas escenas que recreaban la ocupación de Getxo por parte de los nacionales. En concreto, “unos falangistas están recopilando información para hacer limpias”, narraba el productor Joaquín Trincado, que se tomaba con buen humor la situación provocada por este escenario de ficción. “Empezamos el rodaje el 4 de julio, que eran los fuegos artificiales de la independencia americana, y hoy (por ayer), el 18 de julio, nos hemos metido de lleno con la banderolada española, y en Getxo la gente ha dicho: ¿Qué pasa?”, admitió Trincado.

Y, efectivamente, eso es lo que ocurrió, sobre todo, al ver ya las banderas colocadas antes de que todo el equipo de dirección, los vehículos de época, los extras, los actores -entre ellos, Karra Elejalde-, etc. ocuparan el Puerto Viejo y la plaza San Nicolás. “Los vecinos se han extrañado y sí ha habido comentarios”, aseguraban en el bar Maggie’s Farm, en primera línea de grabación. El Twitter del Ayuntamiento getxotarra también recibió algunos tuits que aludían a este escenario...

Pero además, la película necesitaba colaboración por parte de los vecinos del Puerto Viejo, ya que algunas casas tenían que lucir en sus fachadas la rojigualda... Esta recreación se confeccionó sin contratiempos, aunque sí hubo quien soltó: “Yo no, que como mi madre vea esa bandera en su balcón le da un infarto”. Y así, con más dosis de guasa en el ambiente que otra cosa (bueno sí, con mucho, muchísimo calor), la película que dirige Ana Murugarren va tomando forma.