GALERIA: La ciudad japonesa celebra un festival con esculturas de nieve
Temperaturas bajo cero y espectáculo se conjugan durante una semana en la ciudad japonesa de Sapporo, que celebra desde hoy sus particulares Fallas de la nieve en un festival con centenares de esculturas de hielo que en apenas unos días serán demolidas.
La catedral de San Pablo de Macao, el tren bala japonés o un teatro shakesperiano son algunas de las imponentes estatuas de hielo que se exponen en las calles de Sapporo, la capital de la Prefectura japonesa de Hokkaido en la que las nevadas alcanzan los seis metros. Miles de toneladas de nieve, unos beneficios de más de 40.000 millones de yenes (alrededor de 318 millones de euros) para la ciudad y dos millones de turistas por edición hacen del Festival el gran acontecimiento del largo invierno de Hokkaido.
El origen del Festival de la Nieve se remonta a 1950, cuando un grupo de estudiantes de Secundaria, hastiados del crudo invierno del norte de Japón, construyeron seis estatuas de hielo en una ciudad paralizada por las ingentes nevadas. Pese a ese humilde inicio, el Festival de Sapporo convocó en su pasada edición a más de dos millones de visitantes y generó 41.900 millones de yenes (alrededor de 318 millones de euros), según informaron sus organizadores.
La mayor parte de visitantes que acuden a contemplar estas efímeras esculturas colocadas a lo largo de un céntrico bulevar procedían de la propia isla de Hokkaido, la segunda más grande de Japón, aunque más de 100.000 vienen de países del entorno como Taiwán o China. “En las últimas ediciones hemos visto un aumento de visitantes extranjeros. Por eso, para el futuro queremos ampliar la señalización y la información en inglés”, explicó el coordinador del Festival, Kiyoshi Tokairin.
‘Fría’ catedral De hecho, el futuro del Festival de la Nieve pasa por atraer a más extranjeros, ya que este tipo de turistas gastan “hasta diez veces más” por día que un local durante su estancia en Hokkaido, detalló Tokairin. La reproducción en hielo de la fachada de la catedral de San Pablo de Macao se ha convertido en la principal atracción de esta 67ª edición. Construida por miembros de la Fuerza Terrestre de Autodefensa de Japón, unas 3.000 personas estuvieron involucradas en su creación. Tras treinta días de trabajo, 2.400 toneladas de nieve y la participación de 130 obreros, la replica de las ruinas de la catedral china con sus filigranas barrocas luce impoluta y blanca en Sapporo. La ciudad exhibe también una estatua que reproduce un Shinkansen (tren bala japonés) para celebrar que uno de estos ferrocarriles de alta velocidad unirá la isla de Hokkaido con la capital de Japón el próximo marzo.
Más de 2.000 personas, entre trabajadores y voluntarios, participaron en el último mes en la construcción de las gigantescas figuras de hielo que se muestran en Sapporo hasta el próximo día 11. “Viví unos años en Hokkaido y aquí vi por primera vez la nieve. He venido desde Tokio para colaborar en el Festival de la ciudad que me acogió”, explicó Miki Kawaguchi, una voluntaria surcoreana. Además de surcoreanos, los organizadores detallaron que cada vez se presentan más voluntarios originarios de países más lejanos como Canadá o Australia, en su mayoría jóvenes estudiantes.