Bilbao- Las campanadas de este año en Euskadi no significan solo un cambio de año. También representan la celebración de la Capitalidad Cultural de Donostia. Ese es el motivo por el que Euskal Telebista ha escogido Tabakalera para recibir a 2016 y contará en el brindis por el Año Nuevo con representantes de la cultura de Euskal Herria. Klaudio está feliz con estas fiestas, y piensa también en pasado mañana cuando se celebre el sorteo de la Lotería de Navidad, tiene ciertas esperanzas, las mismas de todos los años. Señala que es de buen yantar y que no tiene caprichos especiales en la mesa, solo pide “platos hechos con mucho amor”.
¿Qué va a dar usted, las campanadas o la campanada?
-Ja, ja, ja? En principio, las doce campanadas. Ya veremos si doy la campanada o no.
¿Había estado alguna vez más en un programa de este tipo?
-No recuerdo hace cuánto, pero fue mientras hacía Sorginen Laratza, y fueron dos años. Aunque no es la primera vez que hago el traspaso de año, ahora no es lo mismo.
Este año, es el Ramón García de ETB?
-Pues no, ja, ja, ja? No, soy Klaudio Landa y doy las campanadas en ETB.
Usted no llevará capa, ¿no?
-Con todo el respeto, pero la capa no entra dentro de mi estilo.
¿Le sorprendió que le propusieran para las campanadas?
-Me ilusionó. Es algo que siempre se hace y que me encanta.
Se apunta usted a un bombardeo.
-Eso también es verdad. Me dijeron que iba a dar las campanadas, no la campanada, con Bárbara Goenaga, y dije que fenomenal. Ella y yo nos conocemos desde hace un montón de tiempo. Bueno, la conozco yo, fíjate cómo seré de mayor?
¿Mayor?
-Es que la conozco desde que era así, (baja la mano hacia el suelo para indicar el tamaño de Bárbara). Es lo típico que diría un viejo para indicar que ella era una niña. Es un encanto de mujer.
¿Es usted capaz de comerse las uvas sin atragantarse?
-Algo de práctica tengo. La experiencia de otros años de estar en un programa de campanadas y comer uvas mientras tienes que hablar me ha enseñado a hacerlo. Este año voy a echar mano de la experiencia.
El año pasado la noticia principal del día 1 de enero fue el vestido de Cristina Pedroche, ¿van superar aquello?
-Ja, ja, ja? Pues no sé. No puedo adelantar cómo vamos a ir porque me han advertido que sobre el tema de vestuario y estilismo no diga muchas cosas, parece que hay como una especie de secretismo. Pero yo he visto las pruebas de vestuario de Bárbara.
¿Y cómo irá?
-Va a ir bárbara, como su nombre. Yo creo que voy a ir bien. Seguro que vais a ver un estilo made in Basque Country.
¿Qué le sugiere 2016?
-Estas campanadas marcan un año muy importante para Donostia y para Euskadi. Este año las damos desde Tabakalera teniendo en cuenta que comenzamos un tiempo histórico, Donostia se va a convertir en Capital Cultural Europea. Estamos emocionados e ilusionados por vivir un momento histórico y por dar comienzo a esa Capitalidad. No solo va a ser importante para Donostia, también para todo Euskal Herria.
¿Y a nivel personal?
-Nunca suelo prever cómo va ir el año. Uno tiene esperanza, pero yo intento ver lo que va ocurriendo día a día. Por mucho que hagas planes, la vida siempre te coge ventaja y te da sorpresas. Hasta el momento, la suerte me ha acompañado en líneas generales. Lo único que deseo es tener salud y tiempo para disfrutar.
¿Cuánto años ya en televisión?
-Pues no lo sé, saque usted la cuenta porque yo nunca lo hago. Creo que veinte, soy muy malo para la cuentas.
Dice el tango que “veinte años no es nada”.
-Qué bonito tango: “Veinte años no es nada/que febril la mirada?” No es nada y es mucho. Cuando te paras y miras hacia atrás y empiezas a repasar momentos televisivos de esos veinte años, te das cuenta de que algo ha significado ese tiempo.
¿Más proyectos para el próximo año?
-De momento estamos a lo que estamos, Sin ir más lejos. Proyectos siempre hay, ganas también. A mí un reto no me asusta, pero tenemos que ver si se dan la condiciones. Haberlos haylos, pero tenemos que estar pendientes de las tardes de ETB-2, eso es lo primero.
Tanto tiempo todos los días tiene que cansar y saturar.
-No, qué va. Me canso como se cansa todo el mundo, pero saturado en absoluto. Cada día conoces gente nueva, hay nuevas historias, cubres informaciones diferentes? Es como el que come pan, ¿te cansas de comer pan aunque lo comas todos los días? No, el pan es siempre una cosa rica. Más o menos lo mismo. Esto es como comer pan y untar en la salsa de la actualidad.
Le ha quedado redonda la frase.
-Ve, para esto veinte años sí que sirven.
Antes de que usted dé las campanadas llega la lotería, el martes, el día de la suerte o de la salud, o más bien de la resignación. ¿Sigue usted jugando al 7?
-Ja, ja, ja? Últimamente me dejo llevar por la diosa Fortuna, que sea ella la que elija por mí y lleve mi mano a señalar el décimo premiado. Esperanzas todavía tengo de que me toque. Si eso ocurre le aviso.
¿Tiene ya planeado el viaje que va a hacer para cuando la diosa Fortuna y los números a los que juega en la lotería se alineen?
-He diseñado tantos viajes que tengo todo el globo terráqueo por descubrir. Hace un ratito, tomando café, le he comentado a la chica que me sirve el café y el pincho de tortilla en la cafetería: Que ganas tengo que llegue el martes para ser millonario. Se llama Lourdes y me ha dicho que estoy muy confiado.
¿Se ve millonario?
-Es que nos tiene que tocar, que ya está bien. Le he dicho: Tantos años jugando que este año es seguro. Ella me ha puesto el café y se ha quedado más contenta. La esperanza y la ilusión es lo último que se pierde.