Bilbao - Como en casa en ningún sitio se ocupará de los principales acontecimientos sucedidos en Euskal Herria con contenido social y de entretenimiento, noticias que son actualidad pero no caben en los informativos.
Usted siempre ha trabajado en horario vespertino o en ‘prime time’. Un matinal es una novedad...
-Absolutamente, es la franja que me faltaba. Nunca había tocado la mañana y tenía ganas de hacerlo. Me apetecía hacer un magazine como éste, una mezcla de información y entretenimiento. Ha surgido cuando menos lo esperaba y estoy encantada.
Como es madre, ya está acostumbrada a madrugar...
-Sí, pero será un poquito más. En mi caso es un horario estupendo para conciliar vida familiar y trabajo, aunque madrugar cuesta.
Y no puede llegar justo para maquillarse y salir en antena a las 12... ¿Antes hay mucho que hacer?
-Primero tengo que ir de Bilbao a Donostia. Y, efectivamente, no es llegar y sentarme en el plató: hay que preparar el programa, ver los temas, reunión con el director, mirar los cambios sobre lo previsto el día anterior...
Además vuelve a hacer directo, lo que no sucedía desde su regreso a Euskal Telebista.
-Es verdad. Aunque habitualmente he trabajado en directo, los últimos programas han sido grabados. Siempre lo digo y siempre lo diré: como el directo no hay nada, es la mejor manera de hacer televisión y da un punto de adrenalina que me gusta mucho y que no proporciona ninguna otra forma de trabajar.
¿Y los riesgos técnicos y otros imprevistos? ¿No le ponen nerviosa?
-Eso es así. Todo no puede salir siempre perfecto: puede fallar una conexión, no entrar un vídeo,... pero con el tiempo se adquieren recursos y no se cae el mundo. Hacer directos es como montar en bici.
¿No se ha ‘oxidado’, como le preguntaron a una compañera?
-Ja,ja,ja. Claro que no. Esa capacidad se tiene o no se tiene y han sido tantísimos años de trabajo en directo todos los días que no se pierde.
Treinta años en la profesión...
-¡Treinta y uno!
Con esa veteranía, ¿da igual el tipo de trabajo que le encarguen?
-Hay muchas cosas que tengo superadas y una experiencia ganada con el paso de los años que no me quita nadie. Y creo que no es sólo la experiencia, también es la edad: me atrevo a más cosas, acepto otras mejor,... con la edad estás más liberada, al menos a mí me está pasando y lo agradezco porque disfruto todavía más al prescindir de tonterías.
¿Quiere decir que relativiza más los éxitos y los problemas?
-No sólo eso. Incluso en el día a día en el trabajo. Antes era más vergonzosa. La experiencia y la edad te hacen soltarte más.
Ha presentado ‘talk shows’, concursos, ‘realitys’... ¿cómo definiría el formato que estrena mañana?
-Es un magazine de actualidad que tiene una parte informativa en la que no se hablará de temas políticos porque ya hay otros programas de la cadena que los cubren estupendamente. Vamos a ir a la información más cercana y cotidiana, que también preocupa a los ciudadanos; y abordaremos las cosas de las que habla todo el mundo.
Ah, ¿es posible huir de la política?
-No del todo porque en muchos asuntos hay que remitirse a las leyes, pero sí vamos a obviar la información política clásica. Intentaremos darle frescura a la mañana.
¿Habrá entrevistas en plató?
-Sí, un magazine no deja de ser un espacio en el que pasan muchas cosas: entrevistas, comentarios, directos con los reporteros en la calle, tertulia... cabe todo. Los magazines se van haciendo, necesitan un rodaje. Rodaremos y veremos a dónde nos conduce el propio programa.
¿Nace con secciones fijas?
-No, no habrá un tiempo para cocina, otro para salud,... Es más flexible. La primera parte será la información más seria, los directos. Seguirán las entrevistas, los colaboradores,... y se irán intercalando.
¿Es el programa que requiere mayor agilidad de los que ha presentado?
-No, en El Diario había que tener una rapidez enorme. Un programa en directo todos los días, en el que trabajaba con gente anónima, que no conocía un plató... ahí estaba sola, no tenía ningún apoyo. De los formatos televisivos que hay, el magazine es el más agradecido para quien lo hace: es entretenido, muy variado, compartes el plató con otra gente, hay complicidad, estás arropada,... muchas cosas que cuando presentas sola en directo no tienes.
Cuando estudiaba, ¿imaginaba que iba a trabajar en televisión o no tenía ni idea de qué quería hacer?
-Lo segundo: ni la menor idea. Siempre he dicho que esta profesión me ha buscado a mí, más que al revés. Tenía claro que quería ser periodista pero con 17 años mi prioridad no era buscar trabajo. Tuve la suerte de que me ofrecieron uno, dije que sí como un juego y no sabía que iba a ser la profesión de mi vida. Y no tuve esa idea hasta unos cuantos años después.
Vamos, que no se planteaba si quería ser corresponsal, reportera...
-Radio y televisión ni se me habían pasado por la cabeza. Yo quería hacer prensa escrita.
¿Justo lo que no ha hecho jamás?
-Nunca se sabe, queda tiempo; pero no se pueden hacer planes, ya ves. Y no había vuelto a pensar en la prensa escrita hasta que me has hecho esta pregunta.
¿Le ha tentado alguna vez presentar un informativo puro y duro?
-Sí, hace años. Ahora no lo haría.
¿Y un ‘reality’ en el que lo mismo le pican unos bichos que tiene que tirarse de un helicóptero?
-Bueno, lo segundo no. Pero estar al frente de un formato así es una experiencia, no diría que no tajantemente. Estar dos meses fuera para un programa que requiere un montaje espectacular, vivirlo y ver cómo se hace no es para decir que no a la ligera. Pero iría de presentadora, no de concursante, ¿eh?
Los que empiezan en la radio, ¿siempre quieren volver?
-Me gusta la radio, pero la tele me encanta. Me parece un medio muy completo, aunque sea más expuesto y más duro.
Barbara Walters presentó hasta los 84 años. Aquí a las mujeres se las ‘esconde’ a los 45 o 50...
-No debería ser así, ni en la televisión ni en ninguna profesión. Se pierde una experiencia tremenda. Afortunadamente cada vez pasa menos: ahí están María Teresa Campos, Ana Rosa Quintana, Mercedes Milá,... y yo dentro de poco (se ríe).