Diez muertos al chocar dos helicópteros en la grabación de un ‘reality’
Tres deportistas galos fallecen en Argentina en el rodaje de un espacio de TF1
parís - Francia llora la muerte de diez personas, entre ellos tres deportistas de élite, en un accidente aéreo en Argentina en la madrugada del martes cuando grababan el programa de telerrealidad Dropped para TF1, un siniestro que reabre el debate sobre las emisiones de alto riesgo en la pequeña pantalla. En España se ha hecho con sus derechos la misma productora que hace Supervivientes para Telecinco, Magnolia TV. El suceso, que costó la vida a ocho franceses (cinco técnicos del equipo de rodaje y los tres deportistas) y dos pilotos argentinos, se produjo en la provincia de La Rioja, en las cercanías de Villa Castelli, cuando dos helicópteros chocaron en vuelo durante el rodaje del formato televisivo de origen sueco que propone soltar a un grupo de deportistas conocidos en un lugar inhóspito y deshabitado con apenas una reserva de agua, con el objetivo de que encuentren lo más pronto posible un enchufe, símbolo de la civilización. Entre las víctimas están la nadadora Camille Muffat, la exregatista Florence Arthaud y el boxeador Alexis Vastine.
El nombre más conocido internacionalmente es el de Muffat, de 25 años y triple medallista en los Juegos Olímpicos de Londres, donde logró un oro en los 400 metros libres, una plata en los 200 metros libres y un bronce en el relevo de los 200 libres. Muffat, una chica tímida de carácter discreto, tenía uno de los mejores palmarés de la historia de la natación francesa. Cuando anunció en verano que abandonaba la competición provocó la estupefacción general. “Quiero disfrutar de la vida”, afirmó entonces. En su agenda, aseguran sus allegados, figuraban muchos proyectos como saltar en paracaídas o viajar a los cinco continentes. Y participar en un concurso de telerrealidad...
Mucho más mediática y conocida era la regatista Arthaud, de 57 años, un símbolo de superación, de conquista de terrenos vedados a las mujeres y llamada la novia del Atlántico, que se labró una reconocida carrera internacional como navegante con el prestigio de haber sido la primera fémina (y única de momento) en alzarse con la Route du Rhum (Ruta del Ron), una de las regatas en solitario más duras del mundo, en 1990. “No he tenido una vida de mujer. He tenido una vidorra de aventurera”, confesaba Arthaud, que tenía una hija y que nunca dejó de flirtear con los límites de la resistencia física. Hija de una adinerada familia de editores parisienses, era considerada en Francia un icono de la vela y del feminismo. Aparecía en los medios, escribió varios libros e, incluso, grabó algunas canciones junto a Pierre Bachelet. Ha encontrado la muerte en Argentina tras haberla esquivado en varias ocasiones. La primera cuando, con 17 años, un accidente de coche la tuvo durante meses en coma y la dejó medio año paralizada y desfigurada. En 1986 volvió a coquetear con la muerte cuando, en plena Ruta del Ron, acudió a rescatar a otro marino en medio de una gran tempestad que estuvo a punto de tragarse a ambos. Hace cuatro años, cuando navegaba sola por el Mediterráneo, cayó al agua y vio cómo el barco se alejaba. Salvó la vida gracias a un móvil impermeable que había comprado minutos antes de embarcar. Retirada del mundo de la vela, preparaba una regata por el Mediterráneo “hecha por y para las mujeres”.
Pero quizá el mayor de los dramas sea el de la familia de Vastine, cinco veces campeón de Francia en súper ligero, cuatro veces oro mundial en los campeonatos militares y bronce en los JJ.OO. de Pekín de 2008. “He sudado, he sangrado, me he llevado golpes en los países donde están los boxeadores más fuertes”, decía el que en Francia ya apodan púgil maldito, que había perdido a principios de año a su hermana en un accidente de coche y que preparaba su asalto al esquivo oro olímpico en los Juegos de Río en 2016.
dolor y debate Más allá de la consternación inicial por el drama, el accidente ha reabierto en Francia el debate sobre los límites de la telerrealidad. La segunda edición de Dropped se había comenzado a grabar con un equipo de 80 personas en Argentina a finales de febrero con la productora ALP, incubadora de formatos como el clásico Fort Boyard o el polémico Koh-Lanta. Esa última emisión ya protagonizó un polémico accidente mortal en 2013, cuando el concursante Gérald Babin, de 25 años, murió de un infarto durante un rodaje de ese formato de supervivencia en Camboya. Aquel deceso, al que siguió el suicidio del médico que le atendió, Thierry Costa, suscitó una gran controversia en Francia sobre las condiciones de ese rodaje en particular y sobre los excesos de los programas de telerrealidad en general.
La Fiscalía de París ha abierto una investigación por homicidio involuntario por el accidente en Argentina, procedimiento habitual cuando fallecen nacionales franceses en el extranjero, y enviará expertos para analizar el siniestro. “Se han recuperado todos los cuerpos”, dijo ayer el subcomisario riojano Marcelo Alanis. Los cadáveres serán trasladados a una morgue de La Rioja, donde se les practicará una autopsia y se procederá a su identificación. La tarea se prevé complicada debido al estado de los cuerpos, calcinados debido al incendio desatado en los aparatos tras el accidente.
La jueza a cargo de la investigación, Virginia Illanes Bordón, explicó que el difícil acceso a la zona, en la precordillera andina y a más de 300 kilómetros de la capital provincial, retrasó la recuperación de los cadáveres y el inicio de las investigaciones. Peritos de las Fuerzas Aéreas argentinas examinaron los restos de ambos helicópteros a fin de esclarecer los motivos del accidente, que se produjo en condiciones meteorológicas “óptimas” y sin viento, según el secretario de Seguridad de La Rioja, Luis Angulo.
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