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Sara Gándara:“Lezama es mi remanso de paz, el lugar donde me refugio”

Sara Gándara:“Lezama es mi remanso de paz, el lugar donde me refugio”José Mari Martínez

Lezama- Es el lugar donde se refugia del fragor diario, del frenetismo del trabajo y de la ciudad. Pero a la periodista y presentadora de ETB, Sara Gándara, los ojos se le encienden de una manera muy especial cuando habla de ese Lezama que conoció de niña; ese Lezama que le ha regalado cientos de atardeceres en los campos de una localidad aún más rural, donde con otros chiquillos se escapaba a la fuente Yeuri, descubría gatitos recién nacidos, trasteaba con el balón o pasaba ratos interminables junto al frontón con las gominolas que compraban donde Begotxu.

Una habla de Lezama y de la misma le viene a la cabeza el txakoli?

-Y el fútbol. Aquí tenemos las instalaciones donde entrena el Athletic. Y efectivamente, muy buen txakoli.

Le nombraron embajadora del txakoli de Lezama en la presentación de la última añada...

-Sí. Es un verdadero honor. Y un orgullo decir que en mi pueblo tenemos buen txakoli. Cuando voy fuera suelo llevar alguna botella para regalar y que sea la gente la que, después de probarlo, diga que, efectivamente está muy bueno.

Venga, ejerza de embajadora: ¿qué tiene el txakoli de Lezama?

-No sé lo que tiene, pero yo, que soy de aquí, cuando veo las instalaciones de los productores siento orgullo. Me hace grande poder decir que tenemos un pedazo de sitio en el que se produce este txakoli excelente.

Antes ha nombrado al Athletic. Los medios, los titulares, hablan de Lezama refiriéndose a la cantera, al lugar donde entrena el equipo.

-Es más: incluso gente de fuera me ha dicho: “Pero en Lezama, ¿además de las instalaciones hay pueblo?”. Pues sí. Hay pueblo.

Esas instalaciones ¿en qué medida influyen en el día a día del pueblo?

-Todos vivimos el fútbol muy de cerca y yo me incluyo porque he sido futbolista. Es maravilloso tener cerca unas instalaciones como las que tiene el Athletic. A veces pasean por Lezama y ves a algún jugador desayunando. Allí, en un campo de hierba artificial entrena el Lezama Sport.

Athletic, txakoli... Pero Lezama es mucho más que todo eso. ¿Qué es Lezama para Sara Gándara?

-Es mi remanso de paz. Es el pueblo donde nací, donde he vivido siempre. Es un pueblo muy cercano, con gente muy cercana. Lezama es el sitio en el que me refugio.

¿Qué queda de aquella Lezama rural?

-Lezama ha cambiado muchísimo. Hemos doblado la población en cuestión de quince años. Yo tengo recuerdo de una Lezama más rural, sin tanto edificio, con menos personas. No es que ahora el pueblo esté saturado, en absoluto, y me gusta que haya gente nueva y más vida, pero anhelo ese Lezama que conocí de pequeña, en el que había mucho campo, en el que jugabas a perderte en las campas.

Pero ese cambio también ha traído servicios...

-Servicios que nos vienen muy bien, gente nueva y un desarrollo económico que es primordial e imprescindible para cualquier pueblo, no solo para Lezama.

¿Ese rincón favorito que no está en las guías?

-La fuente Yeuri. Es una fuentecita con unos lavaderos donde supongo que antiguamente las mujeres lavaban la ropa. De niños nos gustaba ir porque suponía atravesar la campa y ver las ovejas y los caballos que había por allí. Íbamos con el balón, con gominolas y, si hacía calor, nos bañábamos.

Por Lezama pasa el Camino de Santiago. ¿Se ven peregrinos de vez en cuando?

-¡Cómo de vez en cuando! ¡Se ven un montón! Sobre todo cuando llega mayo y junio. Es matemático: sales a la calle y ves peregrinos que van perdidos en busca del albergue, preguntando dónde pueden comer... Está muy bien, porque así practicas inglés y conoces gente interesante.

¿Qué lugares debe conocer aquel que acude a visitar Lezama?

-Lezama no es grande. Si pasas por la carretera ves lo más significativo del casco: la iglesia, el Ayuntamiento con su plaza, que ha sido reformada hace poco y ha quedado muy bonita... Y hay muchos rincones en la zona rural, muchos caminos para pasear.

¿Cómo le gustaría que fuera el Lezama de mañana?

-Me gustaría que siguiese siendo un pueblito pequeño porque a pesar de que ha crecido, sigue siendo pequeño. No me gustaría que creciera tanto que ya no conociera a mi vecino. Ahora está muy bien. Tenemos supermercado, cafeterías, panadería, banco? Con eso es suficiente. Y quien quiera más, tiene la ciudad al lado.

Periodista y vecina de Lezama