Sanfermines con efecto catártico
Seis personas viajan a iruñea y encuentran en las fiestas el camino para reconducir sus vidas
LA película Blue lips demuestra que las ganas de hacer cine y el deseo de crear están por encima de cualquier obstáculo. Hace tres años, la realizadora navarra Maitena Muruzabal, responsable de la productora Cronopia Films junto a la argentina Candela Figueira, autoras de Nevando voy, propuso a los compañeros con los que había estudiado cine en Los Ángeles en 2001 poner en marcha un largometraje colectivo. Se trataba de aprovechar que cada uno estaba en una parte del mundo para contar la historia de seis personajes de distintas ciudades que por distintas razones viajan a Iruñea, en plenas fiestas de San Fermín, y sus vidas acaban entrelazándose.
Los protagonistas de esta original y atrevida cinta son una enferma crónica argentina, un fotógrafo italiano, una bailarina hawaiana, un futbolista brasileño, un periodista norteamericano y una viuda española. Aunque pertenecen a entornos y ambientes personales diferentes, todos ellos arrastran un conflicto interior que intentan ocultar y que no les deja ser felices. Por muy extraño que parezca, será en los ruidosos Sanfermines donde tendrán la oportunidad de reflexionar y decidir si prefieren permanecer muertos o aprender a aceptar lo que la vida les ofrece en cada momento.
uniformidad estética Las argentinas Daniela de Carlo y Julieta Lima, el brasileño Gustavo Lipztein, el italiano Antonello Novellino, el peruano Nobuo Shima y el español Nacho Ruipérez, este último seleccionado a través de un concurso convocado por la propia productora a través de su página web (www.bluelipsthemovie.com) son los directores de cada una de las historias.
La película comenzó a rodarse en los Sanfermines de 2012 e incluyó la grabación en directo de algunas escenas en plena calle durante el transcurso del txupinazo, los encierros, la procesión o la salida de las peñas. Posteriormente, el rodaje se trasladó a los lugares de origen de cada director: Matera (Italia), Los Ángeles (EE.UU.), Oahu (Hawai), Río de Janeiro (Brasil) y Buenos Aires (Argentina). Los seis realizadores noveles generaron un metraje de dos horas y media que las productoras (Cronopia Films y Fosca Films) tuvieron que reducir a 85 minutos. A pesar del heterogéneo equipo que integra este filme, la labor realizada por un único director de fotografía, Robert C. Webb, ha aportado una uniformidad estética a la película.
labios azules El título de la película, Blue lips (Labios azules) es un pequeño guiño al color azul que queda en los labios cuando se bebe vino. Se trata de una referencia metafórica a las reuniones entre amigos en torno a una copa de vino. De hecho la película, que en definitiva es una historia de encuentros, también incluye una escena en la que sus personajes están bebiendo una copa de vino.
El proyecto ha salido adelante gracias a la inversión privada, al dinero recaudado a través del método de financiación crowfunding, a las ayudas del Instituto Navarro de las Artes y la Cinematografía (INAAC) y al programa Media de la UE.