Si vender un piso resulta complicado en estos tiempos del posestallido de la burbuja inmobiliaria, vender un castillo requerirá a buen seguro batirse a capa y espada con el mercado. La consultora BNP Paribas Real Estate inició ayer la subasta del castillo de Butrón, situado en el municipio de Gatika, a 19 kilómetros de Bilbao, y propiedad del grupo Inbisa. La subasta se desarrollará en la modalidad de internet al alza, en un proceso que estará abierto hasta el próximo 21 de octubre. El precio de salida es de 3,5 millones de euros.

El castillo de Butrón es uno de los símbolos de Bizkaia y ha sido reconocido como patrimonio histórico. Dispone de una superficie edificada superior a los 2.400 metros cuadrados y está situado en un parque de más de 35.000 metros cuadrados, que le confiere un entorno privilegiado.

La singularidad e importancia del inmueble -es el único castillo de estilo romántico a la venta en el Estado español- lo hace atractivo para fondos de inversión o inversores particulares, a los que se ha dirigido la consultora inmobiliaria en la fase previa a la subasta.

Cinco plantas El castillo -construido en la Edad Media por el linaje de Butrón y remodelado por Francisco de Cubas y González-Montes, marqués de Cubas, a finales del siglo XIX- está rodeado por un parque poblado por centenares de árboles de setenta especies tanto exóticas como autóctonas.

El inmueble dispone de planta baja, entrepiso, cinco plantas, cubierta y cuatro torreones. En su interior se encuentran varias estancias, una zona de recepción de invitados, la antigua capilla, el salón de la chimenea, un gran espacio diáfano de 200 metros cuadrados, el patio de armas, el almacén de víveres, un pozo de agua natural, una biblioteca, dos baños y una mazmorra. Cuenta con iluminación, cocina, calefacción, bodega y un parking exterior.

Al gusto germánico El aspecto actual no tiene mucho que ver con el originario, tras la remodelación del siglo XIX. Tomando como base los cimientos y parte de las torres cilíndricas originarias de los siglos XIII-XVI, se erigió el resto según el gusto germánico, con gran dosis de fantasía. En cierta medida, tiene paralelismos con los castillos bávaros del siglo XIX. La construcción se concibió más como pasatiempo y atracción visual que para obtener una casa habitable; de hecho, es muy incómodo como vivienda, ya que las torres no tienen demasiado espacio útil y algunas estancias se conectan entre sí mediante pasarelas y escaleras al aire libre. Kate Middleton, en una entrevista concedida a la BBC, manifestó que su sueño sería casarse en un castillo así. Si aún lo quiere para vivir, no tiene más que pujar en internet.