bilbao - A Natalia Tena le gusta poco hablar de sus trabajos y da muy pocos detalles sobre el papel que desarrolla en Refugiados, una serie para Antena 3 y la BBC. Tampoco desvela si va a seguir en la próxima temporada de Juego de tronos. Es de origen vasco, su padre es de Eibar, y su madre, aunque nació en Extremadura, se crió en Euskadi. Le gusta la comida vasca, vive en un barco en Londres y se relaja leyendo, nadando y con un vaso de buen vino.

¿Cómo es su papel de ‘Refugiados’?

-Estupendo, es un personaje fabuloso. Soy una actriz que cuento muy poco de los papeles que hago, y voy a seguir igual.

¿Seguirá en la nueva temporada de ‘Juego de tronos’?

-Ja, ja, ja? No lo puedo decir, no suelo revelar nada de lo que voy a hacer. Solo digo que mi personaje, igual que el de la serie que estoy haciendo ahora, Refugiados, me gusta mucho.

¿Cómo llega a tener personajes tan especiales como Nimphadora en ‘Harry Potter’ o Osha en ‘Juego de tronos’?

-Tuve mucha suerte, pero las intenciones de cualquier persona que sea actor o actriz es conseguir papeles en series o películas. Todo llega a través de los casting; los haces y si tienes buena suerte o gustas, te cogen.

¿Que sintió cuando se presentó al ‘casting’ de ‘Juego de tronos’?

-Yo no sabía muy bien lo que era, para mi era una audición como todas. Estaba muy emocionada, quería conseguir el papel. Después fue cuando me di cuenta de lo que había hecho y para qué serie me habían cogido. Pero al principio solo era un casting más.

Las imágenes de ‘Juego de tronos’ dan la impresión de que tiene que ser dura de grabar, ¿es una impresión real?

-El clima, los horarios y la duración de la grabación resultan muy duros. Pero luego compensa en los resultados y en el éxito que tiene, ¿no?

¿Es usted tan salvaje como lo es Osha?

-No sé, igual. Cada personaje que haces tiene algo de ti. Ahora estoy en medio del trabajo de otro personaje. Es muy diferente el de Refugiados al de Juego de tronos, pero eres tú la que haces los dos y siempre tienen algo de ti.

¿Cuándo decide que su profesión va a ser la de actriz?

-No lo sé con exactitud, pero me di cuenta de que esta profesión me gustaba mucho después de mi primer trabajo en el cine, cuando trabajé en Un niño grande.

Su vocación artística va más allá de la interpretación, la música.

-Me encanta, tengo una banda, toco el acordeón. Mi grupo se llama Molotov Jukebox. Es un mundo, el de la música, en el que me divierto mucho y me lo paso muy bien.

¿Hay algún artista más en su familia?

-Mi primo es actor y en mi familia todo el mundo canta. Seguramente, me viene por ahí todo.

Solo ha hecho un trabajo para el cine español y le dieron el premio La Biznaga de Oro en el Festival de Málaga.

-Fue algo muy fuerte, aún no me lo puedo creer, me emocioné mucho con ese premio. Era lo primero que hacía en España y me daban un premio importante, pasa pocas veces.

¿Apenas ha trabajado fuera del mercado inglés y americano?

-No he tenido oportunidad. Para mí ha sido difícil entrar en el mercado español, pero de momento estoy haciendo Refugiados y está resultando fantástico.

Fue Nimphadora en cuatro películas de la saga de ‘Harry Potter’. ¿Cómo recuerda el personaje?

-Lo recuerdo poco. Cuando he hecho un trabajo es como si ya se hubiera ido. Me resulta difícil ver las películas en las que yo actúo, me da cosa. Recuerdo a la bruja Nimphadora como un personaje guay.

¿Nota diferencias según el país en el que esté trabajando?

-Cada trabajo es diferente y poco tiene que ver con que grabes en un país o en otro; lo que cuenta es el proyecto, la gente...

¿Cómo llegó a ‘10.000 kilómetros’?

-Me llamó mi agente americana y me comentó que el director me quería para la película. Creo que nunca me lo pasado tan bien y me he reído tanto, aunque era muy duro.

Tiene raíces vascas...

-Mi madre se crió en el País Vasco, pero ella es extremeña, de un pueblo de Badajoz, Hornachos; mi padre es de Eibar y cuando tenían veintitantos años se fueron a vivir a Londres, allí nací yo.

¿Conoce Hornachos, el pueblo de su madre, o Eibar, el de su padre?

-A Hornachos iba todos los años. Es un pueblo muy especial, me gusta mucho, es pequeño pero para estar un tiempo corto está bien. A Eibar he ido menos veces, me parece más frío e industrial, pero está mi familia ahí.

¿Conoce Euskadi?

-No mucho. He estado pocas veces, pero lo que sí puedo decir es conozco su comida, me resulta muy rica, está todo muy bien.

¿Se siente muy londinense?

-Supongo que sí. Pero mi familia no procede de allí, yo nací en Londres, pero lo bonito de esta ciudad es que es Inglaterra pero no lo es, porque es una mezcla de culturas. Es otra cosa.

¿Qué aficiones tiene cuando no está trabajando?

-Leer en paz, nadar, me gusta relajarme en mi barco con un vaso de buen vino tinto, con comida increíble, con amigos, reírme, bailar, viajar...

Usted vive en un barco...

-Me gusta mucho. Es otro lado de la vida de Londres. Me gusta mucho el agua, siempre me ha encantado estar cerca del agua y he querido vivir en un barco desde los 19 años. Hay mucha gente que vive así en Londres, es un estilo de vida. Vive gente joven, parejas con niños, ancianos... Hay de todo.

Cuando tiene que dormir en un hotel o en un piso...

-No hay problema. Yo puedo vivir en cualquier lado.

¿Qué le parecen los libros de George R. R. Martin?

-Cuando me dieron el personaje de Osha no había leído ninguno. Me los llevé a un viaje que hacía a Brasil con el grupo...

Llevaría exceso de equipaje.

-Ja, ja... Pues no, los metí dentro del acordeón y me los leí en Brasil.