MADRID. Mucho "body", mucho color y mucha transparencia se ha visto hoy en el desfile de Andrés Sarda, que ha recreado la vitalidad y el hedonismo de las Vegas con dos tipos de mujer.

La primera, vestida con una exquisita lencería coloreada verde, granate, fucsia y morada, ideada para ver una cena espectáculo en buena compañía.

La segunda, con conjuntos lenceros negros y dorados creados para ir a la discoteca, propuestas más atrevidas que juegan con la idea de mostrar y ocultar.

Y como no podía ser de otra manera, muchas de las parejas enamoradas sellan su amor en Las Vegas con una boda al estilo Elvis Presley; en esta ocasión el matrimonio lo ha protagonizado la modelo y Dj Bimba Bosé con su compañero.

El desfile ha sido un homenaje al momento, una celebración de la vida, "porque la vida hay que vivirla en clave de fiesta", ha contado Nuría Sarda, hija del diseñador y directora creativa de la firma.

Basándose en el paisaje de EE.UU. desde la costa este a la oeste, Ana Locking ha creado una colección atractiva y moderno que simboliza el sueño americano. "Si trabajas duro, consigues el éxito", ha contado.

Trabajadora y consciente de las necesidad del mercado, la creadora ha concebido una serie de prendas con una gran variedad de tejidos destinadas a hombres y mujeres dispares, de cultura y gustos diferentes.

Aunque la sudadera estampada con paisajes americanos y una frase poética ha sido la prenda estrella, también se han visto vestidos con muchas notas tejanas, faldas con influencias de los indios arapahoes y pantalones con ciertas pinceladas rescatadas de Las Vegas, que ha combinado con la típica bota de "cowboy".

Locking, que también ha echado mano del tejido denim para recrear el universo americano, presenta una noche distinta, de gran belleza, con una serie vestido palabra de honor cuajados de lentejuelas cosidas de tal manera que parecía telas ajadas, maltratadas.

La tercera jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week ha arrancado con las propuestas de Juan Vidal que, inspirándose en la diosa Diana Cazadora, ha cosido una colección que "reivindica la igual de la mujer a través de la energía, de color", según ha explicado hoy a Efe Estilo.

Para ser la primera vez que trabaja la piel, Juan Vidal ha abierto el desfile con un vistoso chaquetón de patchword de visón coloreado con apuntes naranjas, fucsias, granates, verdes, púrpura, colores que se han estado presente en la colección.

A continuación una serie de faldas de vuelo conjuntadas con camisas de napa o jerséis amplios de punto y vestidos por encima de la rodilla. Algunos de los vestidos ellos, lucían una camisa debajo a modo de pichis.

Los patrones más atrevidos, los grandes aperturas laterales y escotes en forma de triángulo los ha reservado para dos o tres salidas de noche en negro.

En líneas generales ha sido una colección correcta, sobre todo una serie de abrigos de rayas anchas con el cuello de piel de zorro. "Esta colección es el resultado de infinidad de conversaciones con mis clientes", cuenta Vidal, que ha trabajado una sarga impermeabilizada para confeccionar una gabardina impecable.

Moisés Nieto debería haber pensado y estudiado más su séptima colección, que ha arrancado con un abrigo corto de línea "cocoom", con forma de corola.

Las siluetas relajadas, la ausencia de sisa y las mangas japonesas junto con unos estampados de cuadros y otros lineales han sido la tónica general de un desfile que según el diseñador ha contenido prendas que "sobreviven a las tendencias".